“Yo sentí mi vocación desde muy niño, inspirado en el ejemplo de trabajo apostólico de un sacerdote que era mi párroco en ese tiempo. Fui madurando mi vocación a través de los años, y se consolidó hasta llegar a decidirme por esta feliz vida, sirviéndole al Señor en su iglesia toda mi vida”, estas palabras emprendieron la conversación con el sacerdote Rómulo Aguilar, párroco de la iglesia San Francisco de la Caleta.
Desde hace poco más de 1 año es el representante ante la Iglesia Católica de este templo y su rostro afable y su sonrisa frecuente es ya muy familiar para los miles de feligreses de acuden con constancia a escuchar la palabra de Dios.
Nació en ciudad de Panamá, de padres panameños que ya no están en este mundo terrenal pero dejaron un amplio legado de 10 hijos, formando así una gran generación familiar conformada por más de 20 sobrinos y 6 sobrinos nietos.
– ¿Qué ocurrió cuando le dijo a su familia que quería ser sacerdote?
– Cuando lo comuniqué a mi familia en aquel tiempo hubo escepticismo y hasta se desentendieron un poco de lo que quería hacer. Luego que vieron que la opción se iba haciendo realidad, me apoyaron y hasta sentían un gran orgullo de tener un hijo o hermano sacerdote. Siempre ha sido y fue un motivo de orgullo en mi familia.
– ¿Cuántos años lleva sirviendo a la Iglesia Católica?
– En este servicio tengo 34 años. Y es como si fuera ayer, con todo el entusiasmo de permanecer en esta vocación la cual me ha dado muchos momentos gratos, y he visto el fruto de un trabajo realizado en todos estos años, que me llevan a seguir sirviendo por el resto de mi vida.
– ¿En qué parroquias ha estado designado?
– Mis lugares de servicio han sido las parroquias Nuestra Señora de Guadalupe en calle 50 de San Francisco; Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, parroquia Santa Ana, en la iglesia Santa Marta, donde trabajé por 20 años, y ahora en San Francisco de la Caleta.
– ¿Cómo son los fieles de San Francisco?
– Los feligreses de San Francisco son personas que aman a la iglesia, que tienen un notable sentido de pertenencia hacia su parroquia; muchos de ellos son comprometidos en diversos servicios pastorales, y también tienen mucho espíritu de caridad, apoyando otras comunidades más necesitadas que ésta.
– ¿Qué aportes da su iglesia a la comunidad?
– El aporte que desea dar la parroquia San Francisco a esta comunidad es sobre todo espiritual; atenderle en todas sus necesidades sacramentales y espirituales ante todo. También está comprometida en hacer un ambiente agradable para este barrio, promover la convivencia fraterna de todos los que habitamos este bello lugar franciscano, además muy comprometidos con el cuidado de nuestra “casa común” como nos lo ha propuesto nuestro Papa Francisco.
– Según su punto de vista ¿Qué necesita San Francisco para elevar su calidad de vida?
– Para tener una mejor calidad de vida, es necesario que todos nos comprometamos con el cuidado de nuestros lugares comunes, que respetemos las normas de edificación para que no haya una sobreabundancia de edificios que lleguen a ahogarnos prácticamente. También todos deben respetar las normas de urbanidad: paseando sus mascotas y recogiendo sus desechos, usando debidamente los cestos donde debe depositarse la basura; también no estacionar autos en lugares donde se obstruya el normal tránsito de los demás, ya que tenemos que tomar conciencia de las calles tan estrechas que tenemos en nuestro barrio. Este es un barrio residencial, y así debe conservarse. Todo esto hace falta para que haya un barrio donde se respire una mejor calidad de vida.
El encuentro terminó. El padre Rómulo tenía otra cita inaplazable, a las 6:00 en punto de la tarde de un día martes, con sus fieles en la iglesia que tanto ama y donde transcurren sus días y sus noches, con la emoción que pone en cada encuentro, en cada sermón dado desde el corazón.
Teléfono: (507) 203-0770
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