Son mujeres profesionales, preparadas, madres y amas de casa que al salir de sus hogares y entablar alguna conversación en el colegio de sus hijos, el gimnasio o el supermercado, deben responder la misma pregunta que les repiten una y otra vez: ¿en qué trabaja tu esposo?
Definitivamente ese es el cuestionamiento más frecuente al que se enfrenta una extranjera fuera de su país. Cuando una familia es trasladada por trabajo a un nuevo destino, generalmente es el hombre quien mantiene su mismo o mejor estatus laboral, y la mujer, sin importar la preparación que tenga, en muchos casos pierde su identidad profesional y es bautizada bajo una nueva denominación: “la esposa de…”
Ladies Solidarias surgió como una respuesta a la necesidad de dos grupos. Por una parte, la de muchas mujeres que al mudarse a Panamá dejaron de lado la experiencia profesional adquirida en sus países para dedicarse a su hogar pero manteniendo el ánimo de redireccionar su potencial hacia otras causas; y por el otro, los gritos desesperados de decenas de comunidades panameñas que viven en pobreza extrema y que requieren urgentemente, no solo bienes materiales sino también atención, educación y cariño. Ambas demandas se juntaron, pulieron y así surgió este ejército femenino cuyas armas son la solidaridad y el amor por los demás.
“Somos una agrupación conformada por de más de 100 mujeres extranjeras (hay 5 panameñas) y nuestra misión es ayudar a sectores muy necesitados”, indica Marcela de Souza Parente, brasilera creadora de la iniciativa, que dejó de ser la “esposa de” para junto a otras 4 féminas, convertirse en uno de los ángeles que lidera esta organización que se encarga de recaudar ropa, enseres, alimentos y dinero para mejorar la calidad de vida cientos de panameños que viven en situación de riesgo en algunas comunidades. “Yo siempre he hecho mucho trabajo social y al llegar acá, vimos que existía una necesidad que nosotras como extranjeras, que siempre estamos en constante movimiento, podíamos cubrir”.
Andreia Truffi es otra de las directoras incansables. “En CDE vivimos dentro de una cápsula donde todo es perfecto, pero muy cerca hay gente pasando mucho trabajo. Decidimos explotar esa burbuja y salir a ayudar. Panamá es un país en el que hay bastante extranjero que tiene mucho que ofrecer porque acá no tenemos familia con quien compartir nuestras cosas. Nos encargamos de recolectar todo lo que van dejando quienes parten a otros destinos y que queda prácticamente intacto. Cuando llega ese momento nadie sabe qué hacer y así fue como Marcela empezó el proyecto, recibiendo en su casa todo tipo de donaciones y ahora entre todas las seleccionamos y buscamos comunidades para entregarlas».
Monique dos Anjos es la periodista del grupo. “Para mí es un placer escribir y comunicar. No podía evitar sentirme frustrada al ver como toda mi experiencia de un momento a otro parecía estancarse por no ejercer. Yo necesitaba hacer algo y al saber del grupo Ladies Solidarias vi una gran oportunidad de ayudar a mucha gente y comunicar a través de diversas vías”.
Fabiana Ganen y Ana Cristina Timo completan la junta directiva de Ladies Solidarias; todas juntas no paran de trabajar por conseguir ayuda para ofrecer a los demás. Ya lograron equipar completamente con enseres nuevos un comedor que atiende en la comunidad de Las Garzas, mejorar la casa de quienes habitan en hogares con serios problemas de infraestructura, con piso de tierra y goteras enormes en el techo; donar sillas de ruedas a persona con discapacidad, entregar más de 250 mochilas, útiles escolares y uniformes a niños de Felipillo y las Garzas, y alimentar a muchas personas de esos sectores. Ahora se preparan para construir la vivienda de una familia que vive en situación infrahumana. Su trabajo no acaba. Apenas está empezando.
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