«Soles from the Soul»
“Hace algunos años una profesora nos habló sobre lo que deben hacer muchos niños panameños, que viven en pobreza extrema para poder estudiar. Nos explicó que caminaban dos o más horas desde su casa hasta llegar a sus escuelas, y algunos lo hacían descalzos, con el riesgo de lesionarse, cortar sus pies o recibir la picadura de algún animal ante la imposibilidad de poder comprarse un par de zapatos. Esa imagen nunca salió de mi mente y un tiempo después, pudimos materializar una solución a través de nuestro proyecto Soles from the Soul”.
Esta es la historia que nos cuenta Andrea Centeno, estudiante de décimo grado de la Academia Interamericana de Panamá (AIP), quien junto a su paisana venezolana Victoria Muñoz participaron en una competencia de proyectos sociales convocada por Student United Way, capítulo liderado por la profesora Teresa Arosemena, que agrupa en esta escuela a más de 100 voluntarios comprometidos con diversas causas en beneficio de sectores desprotegidos.
«Soles from the Soul o Suelas del alma, fue el nombre que le colocamos a nuestro proyecto.
Además de la idea inicial, que era poder calzar a cientos de niños necesitados, pensamos en cómo podíamos conseguir recursos para adquirir la mayor cantidad de zapatos, y trabajando duro logramos recaudar 2 mil dólares: $500 que obtuvimos al ganar la competencia, y otros $1500 que nos ayudaron a reunir varios compañeros que aunque no estaban con nosotras en el equipo, se involucraron mucho” asegura Muñoz.
Andrea y Victoria acudieron a Proniñez, y allí su directora Indiana de Pagés les orientó sobre las escuelitas que podían visitar. Necesitaban comprar casi 600 pares de zapatos para niños de Veraguas, y empezaron a trabajar. “Nuestro compañero de clases, René Van Hoorde nos propuso realizar un torneo de Smash Brosh y junto a Alberto y Diego de Saint Malo organizamos el evento. Fue todo un éxito pero aún necesitábamos un poco más de dinero, así que Andrea que habla francés, ofreció tutorías a varios estudiantes y al juntar todo lo recaudado, llegamos a 2 mil dólares y pudimos comprar todos los zapatos”, indican el par de jovencitas quienes agradecen a todos quienes las ayudaron a embalar por tallas los calzados y entregarlos. “Ver la cara de felicidad de esos niños es algo que jamás olvidaremos”, aseguran complacidas.
Teléfono: (507) 203-0770
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