Tras la decisión de algunos países de suspender las campañas de vacunación con la vacuna de AstraZeneca, luego de registrase algunos efectos adversos en personas inmunizadas, la farmacéutica respondió a través de un comunicado que «están atentos de todos los datos de seguridad disponibles sobre más de 17 millones de personas en la Unión Europea y Reino Unido que han recibido de su vacuna y no ha aportado ninguna prueba de riesgo creciente de embolia pulmonar, trombosis venosa profunda (TVP) o trombocitopenia en ningún grupo de edad, sexo, lotes o países en particular».
Sin embargo, varios incidentes han puesto a pensar a las autoridades sanitarias de todos los países del mundo. Los Países Bajos se unieron a los europeos que suspendieron el uso de esta vacuna en particular, luego que se registraran algunos efectos adversos en varias personas inoculadas.
En Holanda, el gobierno suspendió temporalmente el uso de la vacuna luego que en Dinamarca y Noruega se reportaran signos de alarma relacionados con hemorragias sanguíneas, en algunas personas. Irlanda también está en el grupo de los países con reservas sobre el uso del fármaco, así como Islandia, Bulgaria y Tailandia.
En Italia falleció un profesor vacunado, pero el presidente de la Agencia Italiana del Medicamento (AIFA), Giorgio Palu, aseguró que la vacuna de AstraZeneca no presenta «ningún riesgo» y estima que «los beneficios superan ampliamente los riesgos que conlleva», por lo que pidió superar la «emotividad» y basarse en «datos científicos».
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que «no hay razón para no utilizar» esta vacuna.