El Gobierno de Panamá, terminada la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros convocada por el Presidente José Raúl Mulino, declaró este viernes un nuevo estado de emergencia en la provincia de Bocas del Toro, que en esta oportunidad incluye la suspensión por cinco días de las garantías constitucionales con el objetivo de reestablecer el orden en esa entidad.
El presidente José Raúl Mulino y sus ministros de Estado acordaron la medida para enfrentar el caos que se vive en Bocas del Toro, que lleva casi dos meses paralizada debido a fuertes protestas y cierres de calles que han aislado a las poblaciones de ese lado occidental del país, en las que líderes sindicales del sector bananero exigían la derogación de la Ley 462 que reforma la Caja del Seguro Social, por considerarla violatoria de los intereses de los trabajadores.
El pasado 27 de mayo el gobierno había declarado el un estado de emergencia en esa provincia para atender la crisis causada por una huelga en las bananeras y los cierres de vías, sin afectar derechos constitucionales. En este conflicto también intervino la Iglesia Católica y la comunidad judía como mediadores para propiciar el diálogo y la solución del conflicto, no obstante no se lograron mayores avances.
En el marco de este decreto de emergencia, quedan suspendidas las siguientes garantías constitucionales por el término de 5 días:
Art. 21 al 23: Derechos relacionados con la libertad personal y la inviolabilidad del domicilio.
Art. 26 y 27: Libertades de tránsito y la inviolabilidad de la residencia.
Art. 29: Protección contra detenciones arbitrarias.
Art. 37 y 38: Libertades de pensamiento, expresión, reunión y asociación.
Situación crítica
Durante la tarde y noche del jueves, grupos de manifestantes con capuchas ingresaron a la fuerza al aeropuerto de Changuinola –la principal ciudad de Bocas del Toro— donde vandalizaron autos de alquiler, así como la oficina de la bananera Chiquita Panamá, saquearon artículos, destrozaron la oficina del Servicio Nacional de Protección Civil y causaron un incendio parcial en el estadio de béisbol de ese poblado.
Los desmanes se dan en momentos en que los cuerpos de seguridad buscan reabrir numerosos tramos de vías que comunican a Bocas del Toro, que en muchos casos han sido bloqueadas con árboles derribados. Durante esta operación se han dado violentos enfrentamientos que han dejado más de 50 detenidos, algunos heridos de ambos lados y la muerte de un joven, la cual está siendo investigada.