Durante la pandemia ha habido un aumento en el desecho de grasas a través de los desagües, sumideros e inodoros de las residencias. También llegan a las líneas sanitarias de nuestra comunidad trapos y wipes, lo cual obstruye y provoca el desbordamiento y tranque de las bombas del sistema de bombeo hacia la planta de tratamiento.
Algunos no lo saben, pero Costa del Este tiene su propia planta de tratamiento de aguas residuales. Las aguas negras son procesadas y expulsadas al mar a través de 5 estaciones de bombeo, las cuales pueden fallar si continúan llegando desechos inadecuados.
Los ductos cuentan con mallas de protección, sin embargo, no son capaces de retener todo el material inorgánico e incluso las grasas que se solidifican en el trayecto.