El viaje del papa Francisco a Panamá fue monitoreado minuto a minuto por los miles de peregrinos, voluntarios y todos los ciudadanos que en el país esperaban ansiosos su llegada.
Es la primera vez que el Santo Padre visita Centro América, y éste, constituye para Panamá el mayor evento que se haya planificado. Todo salió bien en su primer día en tierras istmeñas, y Francisco, recorrió parte de la ciudad, primero en un sedán sencillo y luego en papamóvil, recibiendo el calor de un pueblo que se volcó a las calles para verle, saludarle y guardar para siempre su grato recuerdo.
Caluroso recibimiento
Tras un vuelo de 11 horas, en el que como es costumbre, aprovechó para dar entrevistas al grupo de periodistas que viajó con él desde Italia, el Sumo Pontífice al arribar a Panamá saludó en primera instancia al Cardenal José Luis Lacunza, quien precedió al presidente Juan Carlos Varela y a la Primera Dama. El Nuncio Apostólico, Monseñor Mirosław Adamczyk, también estuvo entre las altas personalidades que le dieron la bienvenida en el Aeropuerto Internacional de Tocumen.
Una fuerte brisa, que le obligó a quitarse de su cabeza el casquete de seda, acariciaba su rostro y hasta le empujaba mientras con extremo cuidado, bajaba las escalinatas del avión.
Tres niños vestidos con la indumentaria típica panameña, crecerán con el recuerdo de haberle entregado un ramillete de flores a su llegada. De fondo, el himno de la JMJ Panamá 2019 se escuchaba con algunas interrupciones causadas por los vítores de la multitud que también le recibió.
La fiesta de la juventud
El Papa Francisco llegó este miércoles a Panamá para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que ha congregado a miles de peregrinos en el país, a los que él les hablará de violencia y ecología, entre otros temas importantes en estos tiempos.
Se enfrentará a temas muy controversiales y que en muchos países suponen gravedad, como la crisis migratoria (tema del que habló con los periodistas que le acompañaban en el vuelo).
Coloridos actos masivos
Los colores de las banderas de todos los países presentes, más la alegría de la juventud en las calles, le ofrecen a Panamá un colorido que se traduce en buenas energías.
Varias actividades multitudinarias le esperan al Papa: un Vía Crucis el viernes 25, una vigilia con reflexiones y expresiones artísticas el sábado 26, y la misa de cierre el domingo 28. Paralelamente los jóvenes peregrinos asisten a diversos eventos culturales, espirituales y deportivos en diferentes sectores de la ciudad.
El parque cibernético llamado “Cristonauta”, que recrea la expulsión del paraíso de Adán y Eva en tres dimensiones o los milagros de Jesús en vídeo 360; un campo enorme en el que hay más de 250 confesonarios en Parque Omar, la celebración de una Copa de Futbol, catequesis en las diferentes parroquias, actos culturales, visitas a lugares emblemáticos, trabajos ecológicos y hasta tiempo para hacer compras, son varias de las actividades que desde muy temprano y hasta altas horas de la noche, mantienen ocupados a los peregrinos.
¡Bienvenido Francesco!