Texto: Andreína Rodríguez González
Unido al crecimiento de Ciudad de Panamá en la última década, el desarrollo inmobiliario ha trastocado la dinámica de una capital que se despide de sus casas y pequeñas residencias para recibir elevadas torres de apartamentos.
Al mismo tiempo, quizás en espera de mayor tasación, resolver desacuerdos familiares o trabas legales, cientos de terrenos permanecen desolados en medio de una urbe que cada día ve crecer el desbalance entre habitantes y lugares de esparcimiento.
Norma y sanciones
La identificación de lotes baldíos, terrenos con herbazales y edificios en ruinas, forma parte de las obligaciones del municipio, según lo establece el Decreto N° 1559 de 12 de agosto de 2014.
Al ser ambientes propicios para botaderos de basura y criaderos de mosquitos, pasan a convertirse en riesgo público. Por ello, quienes incumplan con su mantenimiento reciben multas desde 5 mil balboas; cifra que se duplica en caso de reincidencia o por no acatar la orden antes de cumplirse un lapso de 15 días.
De vencerse este tiempo, la alcaldía asume las labores de limpieza, endosando posteriormente el cobro al propietario del espacio.
Además, la norma municipal también establece qué infraestructuras deben sellarse para evitar intrusos e identificar el terreno con la información tanto del propietario como el número de finca, tomo, folio y asiento del Registro Público.
Consulta Ciudadana
En el caso de Ancón, el contar con el apoyo de diversos entes ha contribuido en lograr una mayor frecuencia en el mantenimiento.
Sin embargo, Ángela Gibson, residente del corregimiento, destaca el descuido de los espacios de la antigua sede del YMCA School (siglas de Young Men’s Christian Association), ubicada en la calle Gorgas de Balboa, y que espera por la construcción de un supermercado.
Por su parte, Pablo Bosques, vecino de Corozal, ha visto positivo que se hayan contratado empresas privadas para ejecutar la limpieza de servidumbres, pero sobre las propiedades abandonadas opina que “debieran hacer parques ecológicos para el desarrollo de actividades para la comunidad”.
Aunque el impacto en las zonas residenciales no ha sido significativo para sus habitantes, espacios de uso público como el Centro de Convenciones de Amador había sido foco de proliferación de plagas antes de reanudar su construcción.
Autoridades sin respuesta
Al cierre de esta edición, no se lograron obtener respuestas por parte de las autoridades. En cuanto a los funcionarios de la Junta Comunal, aún se espera la contestación a la solicitud de inventario de terrenos así como el presupuesto invertido para el mantenimiento de los lotes baldíos.
Alpha Grupo Editorial solicitó al Municipio detalles sobre los resultados de los últimos operativos de fiscalización ejecutados por su despacho. Solicitud que aún se mantiene en el lapso de respuesta que exige la ley de transparencia.