Cuando una vida, por muy corta que haya sido, marca una huella imborrable durante su transitar; al apagarse no se le puede llamar pérdida. ¡Y fue tanto el legado que Rafael Luck le dejó a sus allegados, que aún después de su muerte, sigue latiendo en los corazones y ocupando un lugar muy especial, incluso en quienes solo lo conocimos brevemente!
Billy, como lo llamaban cariñosamente, fue fundador y el primer presidente de Costa Recicla, organización que forma parte de nuestra comunidad, y que ha logrado adentrarse con su cultura verde en un altísimo porcentaje de las familias de Costa del Este, al inculcar a través de diversas actividades la importancia del reciclaje.
Como una manera de homenajear su vida, sus compañeros de la fundación, amigos y vecinos, acompañaron a su familia a sembrar un Flamboyán en el parque Felipe Motta, que muy pronto cobijará con sus fuertes ramas y coloradas flores la alegría de otros.
El homenaje estuvo lleno de alegría y lindos recuerdos. La siembra del árbol en su honor, carga en sus raíces las oraciones del Padre Miguel Ángel Ciaurriz, párroco de San Lucas; y su primer riego que fue de agua bendita, mezclada con parte de sus cenizas y el amor de toda una comunidad, garantizan que muy pronto crecerá y dará sombra a quienes lo visiten.
También hubo música y lágrimas que brotaron sin anunciar si eran por alegría o dolor; porque así como por lo achinado de sus ojos, era difícil verlo reír tratando de mantenerlos abiertos; su contagiante sonrisa aún permanece entre los suyos, animándolos y dándoles fuerza.