Uno de los espacios más hermosos de Costa del Este es el parque Felipe Motta; una reserva ecológica en la que los vecinos pueden disfrutar de amplios espacios verdes, caminerías y hasta una laguna en la que decenas de patos salen a recibir a quienes diariamente visitan el lugar.
Este lago simula de forma casi idéntica los ecosistemas de las comunidades que hay en más de 75 países del mundo, y en los que la empresa Procter & Gamble desde hace más de 12 años mantiene su programa “Agua limpia para los niños”. Éste consiste en la potabilización de agua sucia (no contaminada) proveniente de ríos, embalses, lagos y otros, a través del uso de un producto desarrollado por P&G que logra purificar el agua sucia y transformarla en apta para el consumo humano.
Ver para creer
Frente a un nutrido grupo de personas, el equipo de P&G recogió agua visiblemente sucia de la laguna del parque Felipe Motta de CDE, agregó el producto purificador y tras esperar unos minutos, los sedimentos se agruparon y bajaron al fondo del envase, luego esa agua fue destilada con una tela y como por arte de magia se convirtió en potable.
Este mismo procedimiento lo repiten desde hace 8 años, unos 55 mil panameños que viven en condiciones vulnerables y con riesgo de sufrir enfermedades por el consumo de agua no apta. “El lago del parque Felipe Motta se parece a las fuentes de las que muchas personas de escasos recursos recogen agua para su consumo, poniendo en riesgo su salud. Pensamos que era el lugar ideal para mostrar cómo se lleva a cabo el proceso de purificación de agua con el que beneficiamos a diversas poblaciones rurales y necesitadas de Panamá” explicó Rhina Alvarez, gerente de Comunicaciones y Responsabilidad Social de P&G para Centro América.