Articulistas Descubriendo Panamá

Llegaron nuestras enormes visitantes

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Muchas de las ballenas viajan desde la Antártida hasta Panamá para aparearse y/o tener a sus crías | Fotos: Whale Watching Panamá

Por Andreina Pantín.

Para mí, el “must do” número uno en Panamá es ver a las ballenas que nos visitan  cada año entre los meses de julio y septiembre. Es una experiencia maravillosa poder ver a esos gigantes marinos desde tan cerca.

La mayoría de las ballenas presentes en las costas panameñas son las jorobadas o yubartas que migran cada año desde la Antártida, para el apareamiento o para tener sus crías en nuestras cálidas y poco profundas aguas. Los sitios en donde es más fácil hacer su avistamiento son el archipiélago de Las Perlas (entre Pedasí e Isla Iguana) y cerca de Coiba.

Visitantes de varios países del mundo vienen a Panamá a disfrutar del espectáculo que cada año ofrecen las ballenas en sus aguas | Foto:  Whale Watching Panamá
Visitantes de varios países del mundo vienen a Panamá a disfrutar del espectáculo que cada año ofrecen las ballenas en sus aguas | Foto: Whale Watching Panamá

Nuestro paseo inició en el Causeway, donde tomamos el ferry que nos llevó en dos horas a Contadora. Allá nos estaba esperando Anne (de Whale Whatching Panamá) e inmediatamente salimos en una panga a la búsqueda de los grandes mamíferos. Anne es biólogo marina y una experta en ballenas y delfines. Nos explicó con detalle todo acerca de las jorobadas. Aprendimos que a pesar de ser tan grandes se alimentan únicamente de plancton y krill, y sólo comen durante el verano.   Rápidamente nos encontramos un par de enormes ballenas saltando, cayendo sobre el agua y luego empezaron a girar y mover sus aletas como si nos estuvieran saludando; al parecer todo este comportamiento es un  ritual de apareamiento. Luego, nos sorprendió una mamá y su cría pasando justo al lado del bote y pudimos apreciar aún mejor su enorme tamaño. Anne tiene un aparato especial para escuchar el canto de las ballenas, el cual es producido por los machos. Lo más increíble es que cada uno de éstos, sin importar de dónde son, emiten el mismo canto. También vimos a otras echando agua y mostrándonos su cola. Definitivamente creo que fuimos muy afortunados de verlas haciendo tantas cosas. El tour tiene una duración de 3 horas y cuesta 60 dólares por persona. También se puede tomar el tour desde Panamá por un costo de 200 dólares.

 

Todos los visitantes tienen suerte de ver, aunque sea de lejos, a los enormes mamíferos | Fotos: Whale Watching Panamá
Todos los visitantes tienen suerte de ver, aunque sea de lejos, a los enormes mamíferos | Fotos: Whale Watching Panamá

Al terminar nuestra increíble experiencia con las ballenas, disfrutamos un rato en la rica playa de Punta Galeón en Contadora y cerca de las 4 de la tarde tomamos el ferry de vuelta a Panamá, completamente satisfechos y aún sorprendidos de haber conocido de cerca a los gigantes del mar.

No quería terminar el artículo sin contarles que las ballenas jorobadas son una especie en peligro de extinción. A pesar de que la población se ha recuperado desde que en los años sesenta se prohibió su caza, todavía existen amenazas como los enredos con redes de pesca, choques con buques, contaminación acústica que interfiere con su sistema de ecolocación, cambio climático, contaminación, degradación de su hábitat y las exploraciones de gas y petróleo. En Panamá hay dos fundaciones que contribuyen a la protección de las ballenas Fundación Albatros que principalmente hace campañas de concientización como “Ruta de Gigantes” y Mar Viva, que se encarga directamente de la conservación del mar y sus especies en Colombia, Panamá y Costa Rica.