Las porcelanas Limoges datan de 1768, son oriundas de la ciudad de Limousin en Francia y fueron consideradas piezas de la realeza luego de que el Rey Luis XVI así lo decretara. Ahora, 247 años después un panameño asegura ser poseedor de “las únicas realmente auténticas del mundo”.
Su propietario, quien por seguridad se identifica con al menos cuatro nombres diferentes, explica que las piezas de cerámica llegaron a Panamá a través de la tatarabuela de su esposa, entre los años 1890 y 1908 y, aunque no posee certificado de autenticidad, sostiene que las que existen en la actualidad son falsas, ya que investigaciones de su autoría revelaron que durante la Segunda Guerra Mundial el código para su diseño desapareció.
Su repertorio, compuesto por 70 piezas de la vajilla y un plato decorativo del año 1890, ha sido estudiado por las casas de subastas y embajadas de Francia, Italia e Inglaterra. “Cuando llevo estas piezas a revisar entran en pánico porque tienen los dos sellos, que no se borran y eso revela que es auténtico. Dicen que es priceless, Bill Gates pondría un cheque en blanco por tenerla y Mayweather está desesperado por conseguir una cosa así”, dice.
El hombre de ascendencia italiana, confiesa que tras ocho años de investigación exhaustiva, ha llegado el momento de dar a conocer lo que considera un tesoro que ha servido hasta de inspiración para productores de cine. “Esto va a explotar dentro de muy poquito hasta en Hollywood”, finaliza.