Aunque desde hace más de una década se prometió un sistema “inteligente” de semáforos para mejorar la movilidad, las quejas de los conductores continúan y las soluciones parecen quedarse en promesas
Texto y fotos: Carlos Canelones
En varias avenidas de la ciudad de Panamá y también en el distrito de San Miguelito, la luz verde de un semáforo puede durar hasta cinco minutos, mientras que en las vías que se cruzan apenas se extiende unos segundos. Este desequilibrio programado sin base en una analítica que combine elementos como factor horario, tiempo y flujo vehícular, genera tranques interminables que desesperan a los conductores y que representan una variable que afecta la productividad y la calidad de vida de los ciudadanos.
Aquel proyecto de semáforos inteligentes, iniciado en 2009 con la instalación de sensores y un centro de control, buscaba coordinar los tiempos de forma centralizada y en tiempo real. Sin embargo, el sistema ha estado marcado por fallas constantes: sensores dañados por obras viales, equipos inactivos y ajustes que nunca lograron la sincronización prometida.
En distintos momentos, las autoridades llegaron a mantener intersecciones en intermitente para evitar un colapso mayor. Más recientemente, la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) ha renovado contratos de mantenimiento y conectividad, reportando más de 150 incidentes atendidos en 2024.

El software EcoTrafix, junto al centro de monitoreo con cámaras, permite ajustes inmediatos en avenidas como Tumba Muerto, Transístmica o Vía España. Aun así, la cobertura parcial y la falta de auditorías constantes limitan su efectividad.
Expertos coinciden en que la solución no depende solo de la tecnología, para lograr un flujo adecuado del tránsito hace falta también disciplina vial, planes de sincronización adaptativos según la hora del día y transparencia en los indicadores de gestión.
Los tranques en Panamá impactan negativamente la economía al interrumpir la movilidad de personas y bienes, afectando principalmente a las micro y pequeñas empresas que son vitales para el empleo y el sustento nacional. Esto genera pérdidas económicas para negocios de diversos sectores, como turismo y servicios, reduce la inversión, disminuye el movimiento de dinero y afecta los ingresos fiscales y la generación de empleo.
Empresarios señalan que esta situación tiene un efecto negativo sobre la disposición de los trabajadores con las labores que les corresponden, además de lo implica tener que salir más temprano de sus hogares y llegar más tarde de lo usual.

La Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá, CCIAP, ha alertado a las autoridades gubernamentales sobre las consecuencias negativas que tiene para el país el tema de la movilidad vial, por lo cual se han generado estudios y propuestas para buscar soluciones.
A finales del año 2024, el entonces director de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre, anunció que se iniciaría un plan para fortalecer el sistema de semaforización mediante la instalación de más semáforos inteligentes, de modo que la movilidad en la ciudad de Panamá pudiera ser más expedida. No obstante, hasta ahora no ha habido ningún otro pronunciamiento sobre esta materia.
Otro proyecto en la agenda tecnológica de la ATTT, es la implementación del sistema de fotomulta, establecida en los semáforos para sancionar a conductores que no respeten las reglas del tránsito. Al respecto, las cámaras han sido instaladas en varios puntos de la ciudad y el sistema se encuentra en fase de prueba.
Mientras tanto, los capitalinos siguen atrapados en tranques que se han denunciado por más de diez años sin que haya un resultado visible.