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Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe: Un faro de fe y comunidad en San Francisco

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En el vibrante corazón del corregimiento San Francisco, la vida cotidiana residencial y comercial se entrelaza con la paz y fe que se sienten en una parroquia que sigue floreciendo como un emblema de fe, unión y renovación espiritual.

Corría la década de los sesenta y debido al crecimiento de nuestra comunidad, San Francisco  requería una nueva parroquia, y es así cuando nace la idea de construir un nuevo espacio de fe para los católicos. En el año 1967,  un grupo de laicos, inspirados por los nuevos aires del Concilio Vaticano II, emprendió la ambiciosa tarea de construir un espacio que sirviera no solo como lugar de culto, sino como núcleo de la vida apostólica y comunitaria.

 Estos pioneros encontraron el apoyo necesario en el entonces Arzobispo de Panamá, Monseñor Tomás A. Clavel, y así se creó el Comité Pro-Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, con el que  recaudaron fondos y ubicaron el terreno adecuado para edificar esta casa de Dios. El espacio cuenta con 3 mil 500 metros cuadrados y  fue comprado a la familia De La Guardia Bermúdez en calle 50, un espacio que con el tiempo se convertiría en un punto de referencia espiritual para la comunidad.

Su inauguración fue el 12 de diciembre de 1969. Hoy,  el hermoso complejo cuenta con la capilla de la Cripta Guadalupe, la capilla del Santísimo Sacramento, diversos salones de formación cristiana, presbiterio, confesionarios y el oratorio de San Juan Diego, así como espacios dedicados a la reflexión y la oración.

Siempre regresan

Su padre Manuel Anselmo Díaz la describe como una parroquia de tránsito, al referirse a cientos de familias que debido a los altos índices de crecimiento urbanístico, empresarial, comercial han vendido sus propiedades residenciales en San Francisco y han mudado sus hogares a otras zonas de la Ciudad de Panamá, pero igual siguen asistiendo a los servicios que ofrece esta casa de Dios  semanalmente, lo cual fortalece el trabajo misionero, espiritual y evangelizador a través de diversos grupos de trabajo que hacen vida en Guadalupe.

“Cada semana atendemos a más de cuatro mil personas entre las dos misas diarias de lunes a viernes, dos servicios diarios de honras fúnebres, 4 misas los sábados y seis los domingos, incluyendo la de los niños y niñas que celebramos a las 10:00 de la mañana, con una excelente asistencia”, comenta el padre Díaz quien tiene más de una década sirviendo allí.

El legado pastoral

A lo largo de los años, la parroquia ha sido guiada por un grupo dedicado de párrocos, cada uno de ellos dejando su huella en la vida espiritual de la comunidad. Desde el Padre Ramón Saborido, su primer párroco, hasta el actual padre Manuel Anselmo Díaz, la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe ha mantenido una rica tradición de apoyo pastoral y fomento de la participación activa de los laicos. Los 19 grupos pastorales actualmente en funcionamiento son una prueba viva de este legado, que incluye la adoración diaria del Santísimo y la Hora Santa de los jueves.

La presencia de las Hermanas Dominicas de la Presentación ha sido igualmente esencial, colaborando desde el principio en áreas tan vitales como la catequesis y la Pastoral de la Salud. Durante los primeros años, su trabajo fue fundamental para la organización y fortalecimiento de la comunidad parroquial, sembrando las semillas que hoy han germinado en una parroquia vibrante y en constante crecimiento.

Hoy, la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe no solo es un espacio de adoración, sino también un lugar donde los laicos encuentran oportunidades para formarse y participar activamente, siempre bajo la dirección de pastores que valoran el papel del Espíritu Santo en la vida comunitaria.

“A 55 años de existencia su misión sigue siendo la misma: ser un faro de esperanza, fe y comunidad. Es una parroquia muy activa, donde el laico tiene mucha participación, gracias a los pastores que hemos tenido, que siempre se han preocupado por la formación y animación de los laicos; pastores que han sabido ver y respetar la obra del Espíritu Santo y sus manifestaciones en los diferentes grupos”, expresa el padre Manuel Anselmo Díaz.

Horarios:

Celebraciones de misas:

– Lunes a sábados 5:00 p.m.

– Martes a viernes 12:30 p.m.

– Sabados 7:00 a.m. (Cripta)

– Domingos  9:00 a.m. 12:15 p.m. y  5:00 p.m.

Las visitas al Santísimo están abiertas de lunes a viernes de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.

Para visitar las criptas solo debes ir en los horarios establecidos de lunes a viernes de 9:00 a.m. a 4:00 p.m., sábados de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. y domingos de 8:30 a.m. a 3:00 p.m.

Para confesiones: De martes a viernes a las 4:00 p.m.

Nervis Araujo
Directora editorial de Alpha Grupo Editorial, experta en medios de comunicación social, con una trayectoria de más de 20 años en periódicos, canales de televisión, revistas y en áreas de la comunicación corporativa.