La Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero, Binal, es la sede del patrimonio bibliográfico de la nación. Es la única encargada, y tiene como naturaleza específica, salvaguardar todo lo que se produzca dentro del país, lo que escriban panameños en el exterior o escritores extranjeros que publique sobre y/o en Panamá.
Nació un 11 de julio de 1942 en un local situado entre las calles 5ª. y 6ª, contiguo a la Presidencia de la República. Allí estuvo hasta el mes de enero de 1961, cuando fue trasladada a un espacio perteneciente al Seguro Social, donde había funcionado el colegio Ricardo H. Newman; finalmente, el 24 de septiembre de 1987, la biblioteca fue trasladada a un nuevo edificio ubicado en el Parque Omar, avenida Belisario Porras del corregimiento de San Francisco.
Una gran historia
La Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero R cumple 82 años de existencia consolidado como un espacio que es orgullo del panameño, donde se preserva el archivo general de la nación y buena parte de las obras que han sido impresas en el país, desde su pieza más antigua del siglo XVI, hasta los periódicos que se imprimen actualmente. Es un hito histórico que cada día se reinventa con proyectos innovadores.
Servicios que ofrece
En el año 1996, la Agencia Internacional del ISBN, con sede en Berlín, designó oficialmente a la biblioteca como Agencia Nacional ISBN, en el territorio nacional, que asigna a cada editor el prefijo correspondiente sobre la base de las estimaciones de la producción anual de cada editor.
También Ofrece el servicio de digitalización para usuarios de la Biblioteca Nacional a un costo de: imagen B/. 0.50 e imagen de periódico (página completa) a B/. 1.00.
Cuenta con visitas guiadas individuales o en grupo, tanto a los usuarios de la comunidad, instituciones educativas, público en general y estudiantes de bibliotecología.
Esta biblioteca tiene una sala para realizar presentaciones de libros, exposiciones, conferencias y otras actividades culturales. Este servicio de alquiler tiene un costo establecido a través de un contrato.
Hay también una Sala Audiovisual y posee su propio sello editorial.