Su apellido contiene una historia muy interesante y particular, que navegó de un continente a otro y de una isla recóndita hacia otros países y culturas disímiles.
César Augusto Kiamco Castillo, representante electo para el corregimiento de Bella Vista, es ingeniero civil, graduado en la Usma, con maestrías en ingeniería estructural y fue uno de los profesionales que trabajó en la creación del Biomuseo, como administrador de proyectos.
Es hijo de un panameño con su misma profesión, de quien además heredó su nombre, disciplina y fue uno de sus profesores en la facultad. Su abuelo paterno nació en isla Cebú, Filipinas; era el primero de 13 hermanos, a quien, por sus cualidades ciudadanas e intelectuales, la congregación religiosa de su pueblo le dio una beca para culminar su carrera como ingeniero en Indiana, Estados Unidos, en el año 1927.
«Estando allá, tuvo la oportunidad de trabajar en la ciudad de Pittsburgh, pero había mucho hollín, y estaba perjudicando su salud, por lo que decidió buscar otro trabajo y fue como otra empresa americana lo contrata y envía a Puerto Armuelles, Panamá, para trabajar en la empresa bananera, a finales de los años 30. Llega aquí, y no hablaba suficiente español, entonces es cuando conoce a la que sería mi abuela, maestra de Español, y se casaron. Ella se llamaba Josefa del Carmen Delgado. Años después se mudan a la ciudad y él comienza a enseñar en la Universidad de Panamá hasta el golpe de Estado del año 1968 y murió en el 72», relata Kiamco.
El nuevo representante es absolutamente bellavistino, dado que nació un 6 de octubre de 1967 en el hospital de la Caja del Seguro Social de la Transistmica, edificio que coincidencialmente fue su abuelo quien hizo el diseño estructural y trabajó en la inspección de la estructura. «Con el dinero que ganó en esa inspección, él pudo mandar a mi padre a estudiar ingeniería en Estados Unidos».
Su mamá, Sandra Elizabeth Castillo aun vive y es trabajadora social de profesión, dedicada a la educación toda la vida. Su abuela materna, Amada Ortega Ledezma, tiene 101 años y sigue activa y lúcida en su casa con patio de la población de Dolega.
Las prioridades
Sobre el tema de la crisis en la recolección de basura, asegura que su principal propuesta será «Cero Patacón», es decir, que Bella Vista no envíe basura al vertedero de la ciudad, lo que implica que se dé un procesamiento local de los residuos, que debe empezar por educar a los vecinos para que empiecen a separar la basura y luego procesar lo orgánico de lo inorgánico.
Aclara que la Junta Comunal no se va a convertir en un reciclador, si no en un promotor ante las empresas que se ocupan de esto. «Bella Vista tiene una población que está dispuesta a aprender, separar y a fiscalizar para que el destino final sea el correcto y sentirse orgullosa de que está haciendo un trabajo importante en términos de sostenibilidad».
Sobre las aceras
En el corregimiento hay un tráfico grande, no solo de residentes, si no también de turistas, personas que vienen a trabajar y estudiantes, «entonces no precisamente somos la cara bonita que deberíamos ser y hay un tema de movilidad importante. Los espacios para quienes caminan deben estar en mejores condiciones; el peatón tiene que ser el rey, por lo que debe haber aceras más anchas para ellos y también para quienes están en sillas de rueda, en bicicletas y monopatín o scooters».
«Seamos un experimento para obtener resultados. Tenemos que armar un proyecto correcto al Gobierno Nacional para probar que podemos descentralizarnos de forma correcta».
La continuidad
«Quiero escuchar los proyectos y todos los programas que la Junta Comunal tiene y quiero honrar el trabajo que ellos han hecho. Las cosas que están bien hechas hay que mantenerlas, como por ejemplo, el reciclaje y expandirlo hacia otros puntos; las actividades culturales y deportivas. El reto es garantizar que se sigan haciendo y replicarlas en otras áreas».