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Cultivar un huerto en casa es muy fácil, muy beneficioso para la salud de toda tu familia y a la vez, ahorras dinero en el super.
Cada vez son más las personas en el mundo que deciden plantar sus propias verduras y hortalizas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, estableció que los huertos domésticos «se están convirtiendo en una fuente cada vez más importante de alimentos e ingresos para las familias pobres de las zonas urbanas y periurbanas».
Además de los beneficios asociados a la jardinería -tanto físicos como mentales- cultivar tu propio huerto puede ayudarte a comer más sano y gastar menos dinero.
Seleccionamos cinco vegetales que son más fáciles de cultivar, y que además pueden aportar grandes beneficios para tu salud.
1. Tomates
Sus ventajas para la salud radican en las altas cantidades de nutrientes, como potasio y fósforo, así como antioxidantes y vitaminas A, C y E. Previene enfermedades crónicas, como problemas de corazón, diabetes o cáncer.
- Extrae las semillas de tomate del fruto. Se recomienda elegir tomates grandes y maduros
- Colócalas en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar durante tres días.
- Almacena las semillas en una bolsa hermética hasta el momento de la siembra.
- Se aconseja sembrar las semillas en tierra o en un macetero con una profundidad no menor a 45 cm. Es importante abonarlo con abundante materia orgánica.
- Los expertos aconsejan cultivar la planta en un lugar con luz abundante y regarla en pequeñas cantidades, un par de veces por semana.
2. Zanahorias
En este caso, lo más importante es mantener la humedad de la tierra, aunque una vez comienzan a crecer pueden distanciarse más los riegos.
Las zanahorias son ricas en vitamina A, antioxidantes y fibra dietética. Suele decirse que es buena para la vista pero, además, si se come cruda fortalece los dientes y las encías. También ayuda a combatir el estreñimiento y vigoriza las mentes cansadas.
Pueden sembrarse a lo largo de todo el año y crecen sin gran dificultad.
- Corta algunas zanahorias dejando la parte de abajo. Cuando vayas a utilizarlas para cocinar, basta con que te acuerdes de reservar esta parte del inicio del vegetal en lugar de tirarlo a la basura orgánica.
- Coloca los tallos de zanahoria en un recipiente con agua (fíjate en la imagen superior). La idea es que germinen, y lo harán al cabo de unas semanas.
- Una vez hayan germinado, procede a plantarlas en un macetero o maceta.
- Recuerda crear un adecuado drenaje en la misma, con pequeñas piedras de gravilla.
- A las zanahorias les gusta el sol, así que no tengas miedo de dejar la maceta en el balcón o en una ventana durante todo el día.
- Puedes regarlas un poco, pero basta con una o dos veces por semana.
3. Pimientos
Para cultivarlos necesitas disponer de un terreno soleado, plantando las semillas a una distancia entre planta y planta de entre 40 y 50 centimetros y manteniendo un riego constante.
Los pimientos -verdes, rojos y amarillos rojos- contienen nutrientes como el folato, tiamina y manganeso, y son ricos en fibra y en vitaminas C y B6.También contienen una sustancia que se llama capsaicina, con efectos analgésicos.
- Extrae las semillas del interior mismo de un pimiento.
- Déjalas secar al sol durante algunos días, y estarán listas para plantarse.
- Colócalas luego en un semillero o macetero cubiertas de tierra rica en materia orgánica y con una profundidad mínima.
- Verás que las semillas germinan fácilmente y pronto deberás transplantarlas a otro contenedor más grande, de aproximadamente 30 centímetros de profundidad.
4. Espinacas
Es un alimento muy aconsejable por su alto nivel nutritivo, aunque no se recomienda su consumo en altas dosis, pues posee ácido oxálico que puede dar lugar a cálculos renales.
Sin embargo, tiene muchas propiedades y es un potente antiinflamatorio. Tiene beneficios neurológicos y ayuda a regular la presión arterial y a mejorar el metabolismo.pinacas.
- Se pueden cultivar en pequeños huertos, separadas por unos 30 centímetros de distancia entre sí, o esparciendo las semillas en maceteros.
- Prefiere los suelos ricos y húmedos, aunque puede crecer en cualquier tipo de suelo, siempre que éste tenga suficiente materia orgánica. Necesita poco calor y sol.
5. Cebolla
La cebolla es la segunda hortaliza más importante en el mundo, después del tomate, con cerca de 78 millones de toneladas producidas en el mundo, 1.3 de los cuales corresponden a México [FAO, 2010].
Su ventaja es que puede consumirse en diferentes formas: bulbo seco, hojas verdes, bulbo o cabeza fresca, cabeza tierna o de desarrollo intermedio, deshidratado en polvo o escamas y en encurtidos. Además, es un cultivo que cuenta con gran diversidad genética adaptable a diferentes condiciones agroclimáticas, pudiendo establecerse exitosamente en muchas regiones.
. Siembra directa: Éste es uno de los métodos más usados. Aunque la cebolla es una planta típica de trasplante, se puede sembrar directamente en el suelo la semilla o los bulbillos. Normalmente se realiza a voleo y excepcionalmente a chorrillo, recubriendo la semilla con una capa de mantillo de 3-4 cm de espesor. Se debe tener presente que como el follaje de la cebolla es de poco desarrollo y no cubre bien el suelo, éste queda expuesto a la acción erosiva del agua y del viento. Es recomendable trazar curvas de nivel para proteger el suelo en invierno y garantizar el movimiento adecuado del agua de riego en verano.
El método de siembra directa acorta la duración del cultivo en campo y evita el costo del trasplante, pero aumenta costos en sanidad vegetal y exige la aplicación de un paquete tecnológico