Distinguir a simple vista abejas africanizadas de las tradicionales es muy difícil por lo que se recomienda actuar con precaución y cautela al estar en presencia de una colonia. No hay que tratar de eliminarlas, pues no suelen atacar a humanos si no se les provoca.
El veneno de las abejas no es lo más peligroso, sino su forma agresiva de atacar. Son muy sensibles a la presencia humana y su sistema natural de alarma se activa fácilmente.
La gravedad del envenenamiento producido a partir del ataque de una abeja depende de la sensibilidad del individuo y del número de picaduras infligidas. Una persona hipersensible puede morir con una sola picadura como resultado de un choque anafiláctico, así como otras pueden sobrevivir aun siendo picadas por cientos de insectos.
En caso de verse involucrado en un posible ataque de abejas africanizadas es recomendable correr lo más lejos posible en línea recta; estas abejas no suelen ir más allá de 900 metros de su colmena.
Las abejas africanizadas tienden a picar en lados oscuros del cuerpo y tienen preferencia por el rostro. Dado esto, es importante cubrirse la cara con las manos mientras corre.
Si tiene donde resguardarse, no dude en entrar a un vehículo o habitación y cerrar puertas y ventanas. Las abejas que llegan a entrar con usted al refugio normalmente se desorientan y buscan la luz.
Si llega a ser picado pocas veces, intente remover los aguijones raspando hacia fuera con una uña o tarjeta de crédito. No trate de exprimirlo o purgarlo ya que esto hará que se libere más veneno. Lave el área afectada con agua y jabón, posteriormente aplique una bolsa de hielo. En caso de tener dificultad respirando, póngase inmediatamente en contacto con su doctor o los bomberos..
Teléfono: (507) 203-0770
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