Vida y Salud

Lluvia y dengue

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La fumigación en espacios abiertos no es suficientemente efectiva porque elimina sólo a los mosquitos adultos y no a sus larvas | Foto: Olga Urbina

Con la llegada de las lluvias, es de esperarse que también incremente el registro de enfermedades asociadas con este período. El dengue, es una de las principales afecciones que  puede prevenirse, y es por eso que se deben intensificar las medidas preventivas a fin de evitar que el Aedes Aegypti, mosquito hembra responsable de transmitir la enfermedad, invada nuestras casas y nos ponga en riesgo.

El dengue es un virus transmitido por el mosquito Aedes Aegypti. No existe tratamiento específico para tratarlo.

La fumigación, que es una de las recomendaciones para enfrentar al zancudo. Esta elimina los mosquitos adultos, a través de un humo o gas capaz de matar al vector. Sin embargo, esto no elimina larvas ni huevos.

Se deben controlar los depósitos donde el agua queda estancada por períodos largos de tiempo, como por ejemplo, neumáticos viejos, tanques de reserva sin tapas y floreros. El insecto puede depositar entre 140 y 280 huevos en aguas limpias, que luego se convierten en larvas y durante los diez días siguientes, en vectores.

Rutina que mata

Al picar, las hembras del mosquito Aedes absorben la sangre y se reproducen. El zancudo adquiere el virus del dengue al atacar a una persona infectada. Este virus queda en sus glándulas salivales y al picar a alguien sano, le regurgita saliva contagiada a su nueva víctima. Esta rutina la practica el insecto durante su promedio de vida de cinco semanas.

Foto: Referencial

El afectado presenta un cuadro febril parecido a la gripe, si se trata de dengue clásico. El malestar dura entre 2 y 7 días: dolor de cabeza o cefalea, dolor retro ocular, musculares y articulares son las molestias típicas. Aun siendo del tipo clásico, el paciente también puede presentar erupciones cutáneas, petequias y pequeñas hemorragias por la nariz y las encías. El tratamiento se indicará, según los síntomas.

Dengue hemorrágico, el más peligroso

Aunque es el menos frecuente, el dengue hemorrágico es el que mayores complicaciones presenta. Puede provocar la muerte si no se trata a tiempo y adecuadamente. Entre los síntomas se cuentan los mismos que en el dengue clásico, pero además, se le suman hemorragias, aumento de permeabilidad vascular y problemas de coagulación. Hay quienes presentan pulso débil y acelerado, hipotensión y baja temperatura corporal.  El diagnóstico se hace a través de exámenes de sangre.