Por: Marsha Díaz
El Proyecto presentado por la diputada suplente Alida Spadafora, finalmente, fue sancionado creando el marco regulatorio para la gestión integral de los desechos, a fin de lograr mayor aprovechamiento de los residuos y recursos naturales, así como de generar nuevas fuentes de trabajo, reducir la contaminación y los impactos a la salud y al medio ambiente.
El panameño promedio genera 1,2 kgs de basura al día. Lamentablemente, menos del 5% se recicla o reutiliza, por lo que son desperdiciados materiales de gran valor, muchos de ellos escasos o cuyo costo de explotación y producción implican contaminación; además del uso de grandes cantidades de agua y energía.
De las 4 mil 900 toneladas de basura que se generan en Panamá diariamente, mil 900 no llegan a los rellenos sanitarios. Se quedan mal dispuestas, en pataconcitos, ríos, lagos y mares. La Ley 33 Basura Cero persigue facilitar el reciclaje y tratamiento final de los desechos, a la vez que plantea las sanciones e infracciones administrativas.
El agua, los suelos, el aire, los ecosistemas y por ende, la salud de miles de panameños, son afectados por la situación insostenible de insalubridad, contaminación y deterioro que produce la basura. El mal manejo y disposición de los residuos ha llevado al país a una de sus peores crisis sanitarias.
Con la entrada en vigencia de la nueva ley quedará prohibido tirar desperdicios en las vías públicas, quebradas, parques o cualquier sitio no dispuesto para ello; acumular escombros, colocar residuos en bolsas inapropiadas y verter material tóxico, inflamable o corrosivo. Igualmente, se faculta a los municipios para sancionar administrativamente por contravenir las leyes y normas en la gestión de residuos, que según la gravedad del caso, va desde una simple amonestación hasta multas que alcanzan los mil balboas.
Un pequeño paso con grandes implicaciones para la humanidad
Marsha Díaz