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Parroquia San Lucas de Costa del Este | “Lo más valioso que tenemos es la pluriculturalidad”

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Foto: AR

La parroquia San Lucas pertenece a la generación “milenial”. Ya había pasado el año 2000 cuando el Colegio San Agustín fue mudado de Paitilla a nuestra comunidad, y la Orden de Agustinos Recoletos (OAR) inmediatamente pensó en la construcción de una capilla. Los promotores de Costa del Este no dudaron en donarles el terreno, pero más que para la edificación de un pequeño recinto religioso exclusivo de los agustinianos, pidieron que el nuevo templo estuviera abierto para todos los vecinos. Así fue.

La óptima entrada de luz es una de las características de la Parroquia San Lucas | Foto: AR

“Nos pidieron que en vez de una capilla se construyera una iglesia. En ese momento, el arzobispo de Panamá era Monseñor José Dimas Cedeño, y a él le gustó la idea de que fuéramos una parroquia. Crecimos a la par del colegio”, indica el padre Miguel Ángel Ciaurriz, párroco de San Lucas.

Padre Miguel Ángel Ciaurriz | Foto: AR

En 1999 había muy pocas casas, pocos habitantes y poco movimiento en Costa del Este. Sin embargo, ya los vecinos se congregaban para asistir a misa. Las primeras celebraciones se ofrecieron en Costa Bella (era la única barriada existente).

Costa Bella fue la primera barriada de Costa del Este | Foto: AR

Dos vecinas que aun forman parte del coro parroquial, Marinell Chen de Castillero y Michelle Orillac de Wolf, amenizaban con sus guitarras las eucaristías que transcurrían bajo el gazebo de esa costa.  Más tarde, la Academia Interamericana de Panamá (AIP) prestó su auditorio, y ya era el año 2000 cuando los feligreses acudían a la planta de agua del colegio San Agustín, que estaba en construcción, para oír la palabra de Dios. Finalmente, en el 2001, la Parroquia San Lucas abrió sus puertas a la comunidad.

Un evangelista cobija a los agustinianos

El diseño de la parroquia estuvo en manos de Diprosa, una de las empresas promotoras del mega proyecto Costa del Este. Donaron el terreno y se encargaron de los planos.“Queríamos una iglesia espaciosa, moderna y con mucha claridad. Tenemos capacidad, para albergar a 700 personas sentadas en la nave central, pero adicional está la capilla y el balcón que se integran para lograr incluir a 800 fieles o más”.

Aunque la iglesia tiene capacidad para muchísimas personas, en celebraciones especiales como misas de difuntos, Semana Santa y Navidad; las bancas son insuficientes | Foto: AR

Aunque la parroquia está regida por los Agustinos Recoletos, lleva el nombre de un evangelista. “El nombre de nuestra iglesia lo colocó quien en ese momento fuera el  arzobispo de Panamá, Monseñor José Dimas Cedeño. A mí me hubiera gustado que fuera el de un santo agustiniano: San Agustín, San Ezequiel Moreno, Santa Rita o tantos otros, pero el arzobispo tenía un particular interés en dejar 4 parroquias de  Panamá bajo el patrocinio de los 4 evangelistas”, puntualiza Ciaurriz.

Por petición del arzobispo de la época, la parroquia de la orden agustiniana lleva el nombre de un evangelista | Foto: AR

“Nuestra mayor riqueza es la diversidad”

La Parroquia San Lucas es una iglesia nueva. No es majestuosa ni posee grandes adornos. No tiene reliquias ni objetos artísticos de gran valor. Tres imágenes traídas desde Ecuador velan los rezos de sus fieles: San Lucas, San Agustín y la Virgen de La Consolación. En el altar, un Cristo Resucitado ofrece la bendición y en una de las paredes, Juan Pablo II y San Juan XXIII están presentes a través de dos hermosos retratos pintados al óleo y donados a la iglesia por su autora, Doña Ana María Lizán de Castillero.

“El gran valor de esta parroquia, lo que la distingue, es la solidaridad de su gente y la plurinacionalidad. Yo siempre digo bromeando que ¡aquí hay de todo, incluso panameños! Eso es una gran riqueza, porque significa que todos aportan. No es solo que vienen a misa personas de todas las nacionalidades, sino que además participan en los programas de la Pastoral Social, que ya suman 23 grupos y están conformados por personas de todos los países poniendo su grano de arena, trabajando por los pobres, por los niños, ancianos, en hospitales, en la catequesis. Eso, junto a la solidaridad es una gran riqueza. Todos responden ante cualquier petición que se haga”, asegura el párroco de San Lucas.

En celebraciones especiales, el Cristo Resucitado que está en el altar, se rodea de flores, resaltando su majestuosidad | Foto: AR