Después de más de un año de lucha vecinal y legal por parte de los habitantes de Coco del Mar, quienes esperaban la nulidad del permiso de construcción del edificio Windrose para que éste no se terminara de construir, esta vez, al parecer perdieron la batalla ante el Grupo Suárez tras la decisión de la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia la cual no admitió la demanda presentada por Steven Gary Kardonski y la Asociación Ambiental de Residentes de Coco del Mar y Viña del Mar.
Los residentes pedían que se proclamara nulo, «por ilegal», el permiso de construcción para el proyecto Windrose, en Coco del Mar, ubicado en el corregimiento de San Francisco.
Esta solicitud se hizo a través de la providencia del 13 de noviembre de 2015, por la cual el magistrado sustanciador había aceptado la exigencia legal de los vecinos, con la que lograron suspender temporalmente la obra que ya estaba en ejecución.
Pero en un fallo del 2 de septiembre de 2016, bajo la ponencia del magistrado Cecilio Cedalise, la sala emite su consideración tras resolver una apelación presentada por Inmobiliaria G.S. del Mar, S.A. (Grupo Suárez), constructora del edificio residencial de 53 pisos, ubicado detrás de la iglesia San Francisco de la Caleta.
La sala adujo además que «no se aportó copia debidamente autenticada del acto objeto de impugnación, es decir, el permiso de construcción No. PC-463-2015 del 27 de mayo de 2015, emitido por la Dirección de Obras y Construcciones del Municipio de Panamá, que autoriza la obra en mención».
«Es lamentable y sorpresivo»
Catia Rojas, secretaria de la Asociación Ambiental de Residentes de Coco del Mar y Viña del Mar, señaló que van a solicitar una copia del fallo y a estudiarla junto con el equipo legal y así determinar las acciones que van a tomar en adelante como comunidad, pero indicó que «es lamentable y sorpresivo el fallo de la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia porque el fallo no toca el fondo sino la forma; es decir, nosotros pedíamos la nulidad del permiso de construcción. Ya varias señales nos indicaban que la Corte nos estaba dejando indefensos y de verdad, no entiendo lo que la sala tercera está haciendo».
¿Cuáles son las consecuencias que arrojaría esta obra?
Las consecuencias para la comunidad son, en primer lugar que se va a incrementar la planta vehicular que ya es bastante grande. El edificio contempla 300 estacionamientos y no sabemos por dónde van a circular tantos autos; ya el trafico en Coco del Mar está saturado, incluso, en horas pico se hace nulo. Lo otro es que la zona del amortiguamiento del manglar no está definida, que es un espacio entre el manglar y las residencias y no sabemos cómo las nuevas construcciones pueden seguir afectando este ecosistema que es un recurso valioso para la comunidad.
Además, según un estudio realizado por el ingeniero Ulises Lay, miembro Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos, ya la infraestructura de red sanitaria de las aguas servidas está colapsada y, no hay ningún proyecto en este sentido.