En toda la ciudad de Panamá existen alrededor de 500 indigentes, muchos de ellos han pernoctan en el corregimiento, donde instalan pequeñas viviendas hechas de cartón, toldas, sábanas o cualquier material que encuentran en la calle; su estancia ha sido corta debido a que son recogidos por las autoridades, sin embargo, el parque Harry Strunz, ubicado en plena calle 50 y dentro de Obarrio, es “hogar” de varias personas que no tienen techo propio o que por condiciones mentales, por alcoholismo o drogadicción, así escogieron vivir.
“El desamparo de la población es consecuencia del negocio del suelo urbano que destruye la antigua ciudad en busca del valor artificial del suelo; provee activos financieros inmobiliario para refugiar capitales, establece una ciudad en donde los precios para vivir en ella expulsan a la mayoría de la población cientos de kilómetros afuera y no genera suficientes empleos”, dice Felipe Rodríguez, habitante de Obarrio.
Comenta que los indigentes en el parque no se les conoce que han puesto en peligro a visitantes; entre 8 y 3 es la cifra de personas que allí están, especialmente en las noches. “Nunca se les ha encontrado consumiendo alcohol; en conversaciones con algunos de ellos nos han informado que duermen en el parque porque sus hogares están fuera de la ciudad y así se ahorran el pasaje y evitan el riesgo de ser asaltados, lesionados, asesinados al entrar o salir de las barriadas donde viven, solo regresan el domingo. Yo rechazo toda acción de represión contra estas personas”, asegura Rodríguez.
Dos de ellos están bajo una depresión o desorden mental que los hace llevar esta vida; unos se van, otros llegan pero todos aprovechan el chorro de agua para bañarse, incluso, totalmente desnudos; lavan su ropa y sábanas; aprovechan los árboles y cerca para colgarlos y las bancas para dormir.
Hay lugares para ellos
El director de Gestión Social del Municipio de Panamá, Isaac Atencio, explicó que su despacho cuenta con un presupuesto de 200 mil dólares anuales que son destinados a la Fundación Remar, que alberga actualmente 200 personas que pernoctan en las calles y reciben atención médica, refugio y alimentos por tres meses, mientras cursan el proceso de desintoxicación y rehabilitación. También existe la fundación “Luz y Vida” en la avenida 5 de Mayo, donde los afectados pueden recibir almuerzos gratuitos.
Asimismo Atencio expuso que su despacho realiza operativos mensuales para sacar a estas personas de las calles e invitó a la empresa privada y al gobierno central a trabajar en conjunto para crear espacios que puedan atender a personas que padecen esta condición.
Datos importantes
- En la ciudad no existen centros dedicados a la atención de féminas en situación de calle.
- Muchas de las personas que viven bajo esta condición sufren de VIH – SIDA, son adictos a estupefacientes o alcohol, tienen tuberculosis o enfermedades mentales.
- Para solicitar la rehabilitación de un indigente debe comunicarse a Atención Ciudadana a través del número 204-1100.