Hasta 1000 años puede tardar en degradarse una botella plástica. El componente principal o total de su fabricación es el tereftalato de polietileno (PETE) que es un material difícil de roer y no existe ningún microorganismo capaz de atacarlo.
Expuestas al aire libre, los potes pierden sus propiedades y se fragmentan, mientras que en el agua se descomponen un poco más rápído pero su material es altamente contaminante.
Expuesto lo anterior, resulta muy positiva la noticia de que ya existen en la Cinta Costera 4 jaulas de reciclaje de botellas PET que exhortan a quienes visitan este espacio tan importante y concurrido de la ciudad a participar en el acopio y reciclaje del plástico, garantizando de esta manera que se le dé un mejor manejo y evitar que lleguen a los ríos, quebradas y costas de Panamá.
Este proyecto, cuya iniciativa surgió de parte de la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario de Panamá, fue respaldado y financiado por la Fundación Corcione.
Las jaulas ya están colocadas en puntos estratégicos de la Cinta Costera (estacionamientos del Estadio Maracaná, del Mercado del Marisco; del Mirador Pacífico y del Servicio de Protección Institucional -SPI- ).