La Palabra por Miguel Angel Ciaurriz

Sigue habiendo dos navidades

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Por: Miguel Ángel Ciaurriz

Navidades, o formas de celebrar la Navidad hay varias, por lo menos dos, así, en general. Dos hubo también en aquella primera Navidad acontecida en Belén hace más de dos mil años.

Ya todos sabemos que lo que celebramos tiene su origen en una orden imperial que movilizó a todos los súbditos del basto imperio romano a empadronarse en sus lugares de origen. En realidad, Augusto no pretendía otra cosa que saber cuántos súbditos tenía en su imperio para conocer también cuánto ingresaría en sus arcas por la vía de los impuestos que todos los ciudadanos debían tributarle.

Aquella noche en Belén hubo dos navidades. En una no nació Jesús, en la otra sí.

Belén, por motivo del empadronamiento debió vivir con muchos festejos y jolgorio popular semejante acontecimiento. Al movilizarse a sus lugares de origen se dio la oportunidad del reencuentro de muchas familias.

No todos encontraron hospedaje, entre ellos José y María, a la que apenas le quedaban horas para dar a luz. No les quedó otra que guarecerse en una cueva. Por la zona andaban unos pastores que custodiaban sus rebaños. José, viendo que no encontraba sitio en ninguna posada, y que ningún aldeano de Belén se compadeció de ellos por la inminencia del alumbramiento, debió pensar: va a tener que ser aquí, en esta cueva. Y, no nos cuesta imaginarnos que se debió afanar mucho por limpiar el recinto y dejarlo lo más digno posible para que María pariera con ciertas garantías.

Lucas nos dice que, de pronto, a estos pastores, se les apareció el Ángel del Señor y que quedaron envueltos con la luz y la gloria del Señor.

Su primera reacción fue de miedo, pero el ángel les tranquilizó diciéndoles que eran realmente privilegiados porque iban a ser los primeros en recibir la de que en la ciudad de David ha nacido el que todos estaban esperando, en la ciudad de David, “un Salvador, que es el Mesías, el Señor”

En esa Navidad, sí nació Jesús y fueron estos pastores los únicos que se enteraron. La voz de los ángeles que entonaban a coro: «¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!», no llegó hasta los oídos de los que en la aldea de Belén estaban distraídos en la bulla y el jolgorio.

Hoy, más de dos mil años desde entonces, sigue habiendo por lo menos dos navidades, una del jolgorio comercial y mundanales fiestas y otra, en la que revestidos de pastores humildes en la noche del mundo acogemos al que nace y toca a nuestra puerta. En la primera Jesús no nace, en la segunda sí. ¿en cuál de las dos vamos a participar?

Feliz Navidad de nuevo.