Chilenos se mantienen en estado de zozobra y alerta ante la nueva amanaza que hiciera el grupo terrorista que este vienes se adjudicó la explosión en la capital de ese país suramericano y que arrojó como resultado a cinco personas heridas, una de gravedad. El hecho ocurrió en el Transantiago (sistema de autobuses) en pleno centro de la capital.
"Grandes personajes ejecutivos, políticos, estudiantes y simples ciudadanos están en nuestra mira. La explosión les avisará. Nosotros ya estamos lejos, ocultos y preparando lo próximo", advirtieron en una carta enviada a medios de comunicación locales.
"Que sirva de experiencia para los que tengan ganas de desastre: con poco se hace mucho. Nuestros pequeños artefactos han causado un enorme terror y han tenido una gran repercusión mediática.", escribieron la autodenominada agrupación eco-terrorista Individualistas Tendiendo a lo Salvaje (ITS), anunciando "sus planes" de futuro.
En el comunicado también afirman que son de la agrupación de Kevin Garrido, condenado por las explosiones en dependencias de Gendarmería (Guardia de prisiones) y Carabineros, y que en noviembre pasado falleció tras recibir una puñalada en el penal de Santiago 1.
Además, señalaron que su amenaza es como una bacteria que opera a nivel internacional, con cómplices en México, Argentina, Brasil, Escocia, España y Grecia.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, condenó la explosión y anunció una querella en contra de quienes resulten culpables del atentado que provocó desconcierto en la población. Llamó a la tranquilidad a la ciudadanía frente a la eventualidad de nuevas amenazas de otros artefactos explosivos y aseguró que el cuerpo de carabineros desplegó una mayor vigilancia en la región metropolitana de Santiago, de 7,2 millones de habitantes.
