Misericordiar para ser misericordiado

“Misericordiar”. Es posible que nunca antes una palabra inventada y que aún no está reconocida en ningún diccionario haya tenido tanto significado. Este vocablo, pronunciado por primera vez por el papa Francisco, fue usado por Fray Miguel Ángel Ciaurriz, para titular su más reciente libro.

Cada día, cada domingo, cada semana…Vecinos de Costa del Este y todos quienes asisten a las diferentes celebraciones religiosas en la parroquia San Lucas reciben un acto de misericordia. El P. Miguel Ángel se encarga de ofrecerles más que la lectura e interpretación de la palabra de Dios; los instruye según el horario de la misa y el público que le oye (adultos mayores, niños, familias unidas y jóvenes) sobre cómo aplicar las enseñanzas de Jesús en su vida práctica y sobre todo, cómo practicar la misericordia desde sus propios espacios.

Este vicario ha sido misericordioso con todos sus feligreses, entre muchas otras cosas, por tomarse el tiempo, la tarea y dedicación de recoger en unas 200 páginas sus ideas, impresiones e interpretaciones sobre cómo debe ser el obrar de los fieles católicos para sumarse al jubileo de la misericordia, convocado el pasado 8 de diciembre de 2015 por el papa Francisco.

 “Dad de comer al hambriento”

“Este libro está dedicado a todos quienes han hecho realidad el sueño del Banco de Alimentos Panamá, el programa bandera de la parroquia San Lucas y que en 22 meses ha logrado reducir en 10% el hambre en nuestro país. Hasta el mes de agosto de 2016 hemos repartido 855 toneladas de alimentos (2 millones de raciones de comida) a unas 40 mil personas distribuidas en las 186 organizaciones con las que el BAP trabaja. Estamos reduciendo la inseguridad alimentaria y esa es una gran obra de misericordia en la que participan muchísimas personas de esta parroquia y todo Panamá”, explicó muy orgulloso el P. Miguel Ángel, quien estuvo acompañado de Fr. José Luis Cardenal Lacunza durante la presentación de su obra.

Dios no se cansa de perdonar

“Dios es más grande que el pecado”. “No hay pecado que se resista a la misericordia de Dios”. “La Iglesia es un hospital de campaña que debe curar heridas”. “Tenemos que ser misericordiosos porque hemos sido misericordiados”. “La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la iglesia”. “La iglesia no es una aduana; es la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas”. Con todas estas frases, cuya autoría son del papa Francisco, y otras del Cardenal Lacunza, este agustino recoleto invitado a prologar el libro del P. Miguel Ángel, hizo un recorrido por el significado de la palabra tan repetida en estos días: misericordia.

Frente a decenas de feligreses que acudieron a la presentación del nuevo texto, el Cardenal panameño expuso diferentes anécdotas sobre episodios misericordiosos protagonizados por el Papa, y con los cuales  ejemplificó cómo son  la humildad, sencillez y amor por el prójimo  las principales armas con las que debe luchar el ser humano y que sin duda, lograrán el deseo que Fr. Ciaurriz tiene con su libro, y que no es más que el que se extienda eternamente este “año de la misericordia”.