Carlos Canelones
Durante los primeros cuatro meses de 2025, la economía panameña ha mostrado un crecimiento moderado, con proyecciones que oscilan entre el 3% y el 5% para el cierre del año. Este crecimiento se ve impulsado por sectores clave como la logística, el comercio y los servicios financieros.
Según datos recientes del INEC, el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), que sirve como un indicador aproximado del comportamiento económico mensual del país, ha mostrado un crecimiento del 6,63 % en el primer trimestre de 2025 en comparación con el mismo período de 2024. Específicamente, en marzo de 2025 el IMAE registró un incremento interanual del 7,88 %, impulsado por sectores como transporte, almacenamiento y comunicaciones, comercio y manufactura.
Sin embargo, las huelgas en sectores como la construcción y la industria bananera, a los que suma la huelga de educadores, profesionales de la enfermería, médicos y otros sectores, han generado preocupaciones sobre su impacto en la economía nacional.
Impacto de las huelgas
La huelga indefinida de los trabajadores de la construcción, liderada por el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), ha paralizado hasta un 60 por ciento de importantes proyectos de infraestructura, afectando la inversión y el empleo en el sector.
Por su parte, en el sector público se registra un retraso en obras de infraestructura, con el consecuente impacto en los costos y en el sector de las contratistas y empresas constructoras.
Las pérdidas por este conflicto asciende a unos 90 millones de dólares diarios, lo que representa una fuerte afectación a la economía nacional difícil de superar en el corto plazo.
En este contexto de confrontación derivado de la aprobación y sanción de la ley 462 de la Caja del Seguro Social, considerada por la dirigencia sindical y gremial como nefasta para los intereses de los trabajadores, otra industria que se ha visto gravemente afectada es la bananera, donde la empresa Chiquita Panamá se ha visto forzada a suspender parte de su producción debido a una huelga que ha frenado el ritmo de exportación, generando pérdidas superiores a los 75 millones de dólares y el despido de unas 7 mil personas.
Proyectos de inversión pública en marcha
A pesar de estos desafíos, el gobierno panameño ha lanzado un plan de inversión pública de 350 millones de dólares para impulsar la economía y generar más de 10,000 empleos. Este plan incluye 14 proyectos en áreas como agua, salud, educación y gobierno, tanto en la capital como en el interior del país.
Entre los proyectos más emblemáticos se encuentran el Tren Panamá-David-Frontera, el Cuarto Puente sobre el Canal de Panamá, el Teleférico de San Miguelito y la Ciudad Universitaria. Estas iniciativas buscan fortalecer la infraestructura y mejorar la calidad de vida de los panameños.
Proyecciones optimistas y condicionadas
Los despachos relacionados con la economía mantienen una perspectiva positiva para el cierre de 2025, con expectativas de crecimiento sostenido. Sin embargo, advierten que la resolución de las huelgas y la estabilidad social serán fundamentales para alcanzar estos objetivos y evitar impactos negativos en sectores clave como el turismo y la inversión extranjera.
Aunque los datos mensuales del PIB aún no están disponibles, las proyecciones para el cierre del año 2025 son optimistas. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) estima un crecimiento del PIB del 4 % para 2025, respaldado por una gestión fiscal responsable y el fortalecimiento de sectores estratégicos . Por su parte, el Banco Mundial proyecta un crecimiento del 3,5 %, impulsado por una demanda interna sólida y la reactivación de inversiones públicas y privadas .
En resumen, Panamá enfrenta un panorama económico mixto en 2025, con oportunidades de crecimiento impulsadas por la inversión pública, pero también con desafíos significativos derivados de los conflictos laborales en sectores estratégicos.