Una cuenta bancaria no es la mejor opción para preserva el futuro de tus hijos

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    Texto: Daniela Salazar, experta en finanzas personal|Inversión de bolsa @neurodany [email protected]

    No permitas que el dinero de tus hijos se pierda. Como padres, las preocupaciones más recurrentes sobre nuestros hijos son proyectadas hacia el futuro. Solemos pensar ¿Estarán sanos? ¿Harán deportes? ¿A qué se dedicarán? ¿Qué oportunidades tendrán?

    Y para bien o para mal, todos estos aspectos involucran (en mayor o menor medida) al dinero. Entonces, ya que sabemos esto, en algún momento nos planteamos destinar una parte de nuestro dinero y ahorrar para el futuro de nuestros niños. Y esto comúnmente suele hacerse mediante una cuenta de inversión para menores.

    Hasta ahí todo perfecto…

    Pero realmente a pesar de que son muy comunes las cuentas infantiles, no son precisamente la mejor opción para que el dinero mantenga su valor (especialmente si lo tendrás en ahorro durante muchos años).

    Entonces ¿Qué hago con los ahorros de mis hijos? Primero se debe comprender por qué no es buena idea dejar el dinero en una cuenta bancaria, y la razón es que la inflación actúa sobre el dinero en relación al tiempo que pasa.

    En términos sencillos, mientras más tiempo pasa, el dinero en una cuenta de ahorro, más valor pierde dicho. Entonces seguramente no querrás que ese ahorro que con tanto amor has apartado para tus hijos, pierda su valor dentro de 10 o 20 años, cuando finalmente decidas usarlo. Con una inflación anual aproximadamente de 5% dentro valdrá aproximadamente la mitad de su valor inicial, entonces,  una buena opción, sería invertirlo y ponerlo a trabajar.

    Lo mejor de todo es que a diferencia de los ahorros, cuando se trata de inversión, específicamente de compra de acciones en bolsa, el tiempo juega a favor; pues mientras más tiempo transcurre, el riesgo de las inversiones disminuye. ¿Por qué? Pues porque aunque los mercados seguirán subiendo y bajando a lo largo del tiempo, a largo plazo (si tu dinero está invertido) la inercia positiva de las Bolsas (si hablamos de índices americanos que tienen más de 100 años al alza), te van a beneficiar.

    Así, mientras tú te dedicas a invertir, tus hijos tendrán suficiente tiempo para disfrutar su infancia antes de siquiera tener que pensar lo que van a hacer con los frutos de dicha inversión.

    Si actualmente te preocupa el hecho de no tener una gran cantidad de dinero  para comenzar esa inversión… ¡Calma! Hay sistemas increíbles (como las acciones) que te permiten invertir con muy poco dinero, así que de todas formas podrías iniciar hasta con $150 o menos y más adelante ir incrementando la cantidad con aportaciones regulares.

    Pero si aún no tienes nada claro, despreocúpate porque hay varias opciones para realizar estas inversiones y te explicaremos algunas:

    Fondos indexados

    Estos son un tipo de fondos que emulan el comportamiento del índice bursátil.  Ahora, ésta no solo funciona, sino que además tiene 2 ventajas y es que es más sencillo de aplicar y tiene menores comisiones que otros tipos de inversión.

    Fondos de Inversión (ETF)

    Estos son fondos súper comunes y para comprenderlos de forma sencilla, se pueden ver como un vehículo que están gestionados por profesionales de la inversión y que se encargan de invertir el dinero en muchos activos (acciones, renta fija…)

    Con ellos puedes crear una cartera de inversión que se adapte a las necesidades y características de tu hijo, lo principal es que sepas elegir bien para poder generar rentabilidad.

    Invertir en acciones

    Este es un método más tradicional y se basa en analizar empresas mediante gráficos para determinar si es buena opción o no comprar acciones de dicha empresa. Esta opción requiere de más tiempo y dedicación, lo ideal para utilizarla, es que como mínimo te llame realmente la atención.

    Recuerda que estas empresas que cotizan en la Bolsa de Valores Americana, son las más fuertes que existen en la economía actual, pero siempre debes analizarlas a detalle antes de considerarlas como fuente de inversión.

    Ahora, la idea es que esta inversión sea a largo plazo, entonces las acciones son geniales porque tienen una estrategia donde puedes invertir en empresas que reparten dividendos, es decir: comparten un porcentaje de sus beneficios con los accionistas cada año.

    Entonces, mientras más temprano empieces, más rentabilidad podrás generar para el futuro de tus hijos. Y si dudas si debes poner la cuenta de inversión a tu nombre o a nombre de tu hijo, piensa lo siguiente:

    Cada familia es diferente y sus necesidades también varían. Piensa cuál es tu objetivo tanto para el dinero, como para tu hijo pero ten en cuenta una cosa.

    Legalmente, si esa inversión está a nombre de tu hijo, él o ella podrá utilizarlo en el momento y en lo que desee. Mientras que si lo dejas a tu nombre, tú decides el destino del dinero, cuándo y cómo usarlo.