Miles de peregrinos de todas partes del mundo vienen a Panamá y serán alojados por las llamadas familias de acogida, las cuales representan uno de los pilares fundamentales de la Jornada Mundial de la Juventud, pues gracias a ellos, estos jóvenes tendrán un lugar donde quedarse.
No solo gozarán de un techo, sino que además, tendrán contacto directo con la cultura de nuestro país y la familia que los recibe.
Las familias de acogida ofrecerán a sus peregrinos:
Área para dormir (puede ser compartida).
Baño
Momentos en familia (a su llegada o partida).
Reportar cualquier eventualidad a la parroquia (enfermedad, accidente, pérdida de documento, etc.)
Muchas familias también recibirán a obispos. Los requerimientos cambian en este caso. Deben ofrecer:
Recámara donde dormir (solo).
Baño.
Desayuno todas las mañanas.
Reportar cualquier eventualidad a la parroquia (enfermedad, accidente, pérdida de documento, etc.)
Transporte a la parroquia en las mañanas y regreso a la casa en las noches (en algunos casos el traslado será en buses)
A partir de los 15 años se puede ser voluntario. Los grupos se dividen de la siguiente manera:
15 a 17 años, para actividades no masivas (acogida, salud, logística, transporte, hidratación, comunicación).
18 a 40 años: actividades masivas (información, protocolo, traductores, supervisores, hidratación)
41 años en adelante: actividades no masivas.
Médicos, paramédicos, enfermeras, técnicas de enfermería, psicólogos, laboratoristas, odontólogos, farmaceutas, trabajadores sociales y estudiantes de medicina.