San Francisco News

El viacrucis del transporte comienza en las paradas

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Paradas consideradas inútiles por el diseño que no protege del clima y hasta concentra el calor en su interior.

Texto y fotos: Andreína Rodríguez

Dados los cambios en la política de movilidad que se avecinan para la ciudad de Panamá, sus residentes hacen necesarios cuestionamientos a las alternativas de transporte para una urbe que cada vez más apunta hacia la “peatonabilidad”.

El uso racional de los vehículos particulares exige un servicio de transporte público de altura, lo cual, según la experiencia de los usuarios rutinarios no está ni cerca de existir, por el contrario, es disfuncional y precario.

Partiendo de los servicios del Metrobús, son diversas las aristas que sus usuarios destacan en el diario devenir, y sus opiniones afloran en el lugar de los hechos: las paradas.

Parada: Plaza Paitilla

  • Aceras no se encuentran acondicionadas para el flujo de pasajeros, turistas y peatones. Quedan restos de jardinería deteriorada que entorpece el tránsito de personas.
  • Persisten botes en más de tres tanquillas de aguas servidas que corren también hacia el asfalto, causando su deterioro.
  • Aunque tienen el mobiliario regular para las paradas, éstas no están señalizadas por ruta. La falta de indicaciones de destinos de las unidades obliga a los pasajeros a correr de un extremo al otro para tomar el Metrobús.
  • Buses particulares hacen uso de estos espacios sin el debido protocolo y, en muchos casos, infringiendo normas de seguridad, aparcando lejos de las aceras interrumpiendo el tráfico en el sector.1 Edith Castillo

 Edith Castillo: Usuaria de ruta Albrook – Don Bosco Multicentro – Paitilla

“En las paradas de Multicentro las esperas son cortas, pero existe mucho desorden, a pesar de la presencia de la Policía Nacional y del Tránsito. Deberían señalizar mejor y reubicar a los vendedores de comida, así como un espacio para los piratas que dejan y reciben pasajeros en la mitad de la calle. En cuanto a las de Paitilla, las aceras están en pésimas condiciones. Los tiempos de espera son mayores a 20 minutos, incluso puede llegar hasta 45 minutos para tomar un Metrobús hacia Don Bosco. Situación que siempre empeora cuando empiezan las lluvias”.

Paradas de Vía España

  • Esperas entre 5 a 30 minutos de este punto al centro de la ciudad y de 5 minutos a 1 hora a la inversa.
  • Volumen de usuarios rebasa las casetillas de las paradas.
  • Buses particulares interrumpen en las paradas ralentizando el tránsito en la zona.2 Charlotte Maxwell

Charlote Maxwellvendedora, parada de Carrasquilla hacia Río Abajo

“Las esperas pueden llegar a ser desde 20 a 45 minutos y cuando llega una unidad, detrás de ella vienen otras 3 o 4 que cubren la misma ruta. Están descoordinados”.

Magaly Castillo –  vendedora, parada de Carrasquilla hacia Parque Lefevre.

“Se demoran demasiado las unidades, no se sabe cuánto se puede esperar. Es una inconsistencia todo el tiempo, puede ser desde 15 minutos a 1 hora y 20. Si no fuese por los Diablos Rojos, esta fila de gente sería muchísimo más larga”.3 Fátima Morden

Fátima Morden parada de Vía Israel ruta Albrook a Panamá Viejo.

“Se puede esperar de 5 a 10 minutos en la mañana la ruta «Panamá Viejo», pero hacia el mediodía puede durar la espera más de media hora, y llegan hasta tres unidades seguidas. La parada frente a Atlapa está muy mal diseñada, está en una curva y tiene un poste grueso en la esquina, donde no se ve llegar al Metrobús, a menos que cruces dos paños de la vía en la salida al corredor Sur para asomarte y darle seña al conductor, porque si el chofer no te ve, puede seguir de largo y tendría que esperar otro más, que no se sabe cuánto tiempo demore”.

Antonio Veces – Residente de Boca La Caja.

“El servicio es bastante inconsistente, se puede esperar, independientemente de la hora, de unos 5 a 30 minutos y llegan hasta 4 seguidos hacia el Mercado del Marisco y otros 3 hacia Albrook. El mobiliario no sirve, la gente se para detrás de él para cubrirse del sol y porque dentro se concentra un vapor muy fuerte por estar entre dos mupis que, de paso, no dejan ver a los metrobuses llegar”.