Se talaron 85 plantas entre árboles y arbustos y al finalizar los trabajos se habrán sembrado 300. Esa es la promesa de los desarrolladores del proyecto que se adelanta en el parque Felipe Motta, quienes en el mes de junio sembraron los primeros 200 ejemplares con la ayuda de un nutrido grupo de estudiantes de la Academia Interamericana de Panamá; escuela que colinda con esta finca.
Los jovencitos dedicaron una mañana para plantar dos tipos de especies, luego de recibir una charla por parte del ingeniero Manuel López, jefe del proyecto y quien les habló sobre la importancia de tener un desarrollo sustentable con responsabilidad y devolviéndole al medio ambiente lo que en función del crecimiento de las necesidades del ser humano se le va quitando. “El aporte de los niños de la AIP ha sido muy valioso en esta primera fase de reforestación alrededor de la vereda nueva y al mismo tiempo les hemos mostrado la importancia del concepto de reutilización pues al reubicar parte de los desechos sólidos que han permanecido en el parque enterrados unos 25 años (y ya tenían muchos más en el vertedero de Panamá Viejo que cerró en el 84) estos quedaron al descubierto y se pudo apreciar que después de todo ese tiempo el plástico aún permanece intacto; con las posibilidades e información que se tienen actualmente, está en nuestras manos darle un uso más apropiado y tener más visión de los procesos de reciclaje”, indica López quien agrega que ésta es la primera mejora que en más de 20 años se le hace al parque.
Apadrinando árboles
Cada árbol sembrado quedó provisto de un anillo enumerado, que además de protegerle el tallo/tronco por un tiempo, sirve para identificarlo. De esta manera, cada niño podrá supervisar su evolución en el tiempo y considerarse el “padrino” de su arbusto. “Estos primeros 200 ejemplares que se han sembrado corresponden a las especie Guayacán y Pino Hindú; ambos, árboles que al crecer brindarán sombra para los visitantes, son ornamentales, bonitos y sirven como una gran barrera acústica. Tenemos muchas más especies en nuestro vivero (propio del parque) pero no sembraremos más hasta que los trabajos estén más adelantados para no afectar su crecimiento”, indica el ingeniero Alfonso Bodden, administrador de Costa del Este.
Opinan los vecinos
Lucila Sarmiento, vecina CDE: “Me parece hermosísimo lo que hicieron los niños. Cuando se tala un árbol deberían sembrarse al menos dos, y ha sido una excelente oportunidad el que ellos aprendan que lo que hacen hoy lo podrán disfrutar el día de mañana”.
Juani Novo, vecina CDE: “Vengo todas la mañanas a caminar al parque y al ver los trabajos iniciados, al igual que muchos vecinos me alarmé, pero luego recibimos la información de lo que se hará y estamos muy contentos de que se mantengan sus áreas verdes al mismo tiempo que se hagan mejoras para los jóvenes jugadores de futbol y otros deportes.
Emilio Arias, estudiante AIP: “Me encantó esta actividad porque el medio ambiente es muy importante y fue increíble que en tan poco tiempo, trabajando juntos, pudimos plantar 200 árboles que ayudarán a todos los que vivimos en esta comunidad”.
Arturo Seguera, estudiante AIP: “Lo que hicimos fue muy positivo porque al apadrinar a un árbol y verlo crecer, seremos testigos del trabajo que como vecinos y ciudadanos de CDE hemos hecho por el medio ambiente y nuestra comunidad”.
Diana Hernández, profesora de biología AIP: “Esta actividad fue muy enriquecedora para los niños. Al plantar los árboles pudieron experimentar la necesidad de mantener un área verde y les impactó mucho saber que gran parte de CDE está construida sobre lo que antes fue un vertedero de basura, de hecho, vieron muchos desechos plásticos que aún no se han degradado después de tantos años y comprobaron que lo que se les enseña en el salón de clases es una realidad. Se van con un aprendizaje para compartir con su familia y amigos”.