En la calle 44 de Bella Vista persiste una situación que mantiene a los vecinos muy molestos. Se trata de que la angosta calle está tomada, de día y noche por vehículos que estacionan de lado y lado, dificultando tremendamente la entrada y salida de sus residencias, según muestran las fotografías enviadas como evidencia de la problemática que indudablemente afecta la calidad de vida y atenta contra sus derechos.
“Les escribo porque ésta parece ser la única manera de llamar la atención de la junta directiva de la Sociedad Israelita de Beneficencia Shevet Ahim, que tiene su templo en la calle donde vivo, desde hace más de 20 años”, inicia su queja María Lorena Jaén, habitante de esta calle.
Dice que recibió comunicación el 18 de agosto de 2015, de parte del presidente esta congregación, Jack Eskenazi, donde “me pidió que tuviera un poco de paciencia con la remodelación de la fachada, y me aseguró que había dado instrucciones de no estorbar ni obstaculizar la calle 44 para que tenga un flujo continuo».
Pero afirma Jaén que el abuso por parte de los jóvenes que brindan servicio de valet parking, choferes y hasta los propios feligreses no ha cesado. “Constantemente me veo maniobrando para entrar y salir de mi edificio, a cualquier hora, entre autos que dejan mal estacionados a ambos lados de la entrada y camiones de acarreo y cemento; mulas, entre otros que estacionan en la acera de enfrente donde ahora están construyendo lo que espero que sea un edificio de estacionamientos para terminar de una vez por todas de esta mala práctica”.
Dice la residente que esta organización ha dado instrucciones a su personal de seguridad privada para que coloquen conos en la vía a fin de reservar puestos únicamente a ellos, “inclusive han pintado espacios de estacionamientos para personas con discapacidad en la calle que ni siquiera cumplen, porque he visto autos sin el distintivo del Senadi estacionados allí”.