Hoy y mañana la ciudad se verá envuelta en una nube amarillenta, que es una especie de bruma o calima y poco visible. Se trata de la capa de aire sahariana que, aunque de menor intensidad que el polvo del Sahara que llegó en junio, demanda ciertas precauciones.
Indican los especialistas que este polvo suspendido en el aire transporta sustancias vivas y químicas que pueden afectar la salud, no sólo de personas alérgicas o que padecen afecciones respiratorias, sino de la población en general, por lo que recomiendan cerrar ventanas y evitar salir.
Quienes deben tomar mayores precauciones son las personas que sufren de enfermedades respiratorias, como asma, pues podría generar ciertas dificultades; así como para quienes padecen de alergias y sinositis.
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