Panamá cierra el año 2015 con un sentimiento agridulce en cuanto a los avances en la solución de los principales problemas que presenta el país. Con la certeza de que se ha debido hacer más por mejorar la situación de la pobreza, la equidad, la seguridad, la educación y el aumento en los precios de los principales productos de la cesta básica y servicios públicos.
Se despide este año con una serie de procesos relacionados con la justicia que han dividido a la opinión pública panameña, principalmente en cuanto a la carga de revanchismo político que los envuelve. También con una agitada secuencia de actos públicos en demanda de prerrogativas, mejores condiciones salariales y beneficios para los trabajadores. En general, el país cierra el telón del 2015 en una especie de letargo que se atribuye al lánguido accionar del gobierno durante un poco más de año y medio de ascensión de sus representantes.
El 2016 se perfila como un período de reacciones, del despertar de todo aquello que ha permanecido inmóvil o pausado, con resultados enfocados principalmente en el avance económico y en las mejoras de las condiciones de vida de los ciudadanos.
La puesta en funcionamiento del nuevo tramo del Canal de Panamá en el primer trimestre del año, activa los sueños de una extensión de la bonanza que dejará sus frutos en la población y apuntalará el desarrollo del país para ubicarlo en la punta del hemisferio.
Estamos profundamente agradecidos con nuestros lectores y anunciantes; con los residentes de San Francisco, Bella Vista y Costa del Este por abrirnos sus hogares un año más y por creer en nuestros medios, por sentirse orgullosos de estos.
Este día, que es el último del año, es propicio para que asumamos una actitud reflexiva que nos impulse a ser mejores ciudadanos en el 2016. Luego de hacer un balance de lo bueno y lo malo del período que culmina, debemos enfilar nuestra disposición a hacer del próximo un año de victorias tempranas y de muchos éxitos, individuales y colectivos. Esto indica que todos debemos apuntar hacia un mismo norte, independientemente de nuestras preferencias políticas. Debemos apostar al éxito colectivo en el 2016, para que sea un año de prosperidad, desarrollo y, principalmente, de paz y tolerancia. ¡Feliz año nuevo para todos!
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