Acá mismo en Costa del Este, todos los vecinos pueden participar en una iniciativa que busca, no solo contribuir con el medio ambiente, sino con cientos de familias que necesitan un hogar.
Transformar un simple envase en una botella de amor, es una actividad muy sencilla. La idea es darle a estos elementos que forman parte de nuestra cotidianidad diversos usos, con residuos de empaques flexibles que generamos todos los días.
Es así como podemos darle un segundo y muy útil uso a materiales que de otra forma irían directamente a la basura o llegarían a nuestros mares, como por ejemplo, empaques de alimentos (arroz, azúcar, dulces, snacks y mucho más). Todo esto, reunido en enormes volúmenes, tiene numerosas aplicaciones entre las que figura su transformación en materia prima para la industria de fabricación de madera plástica y más adelante, en parques y hasta casas para poblaciones vulnerables.
¿Cómo armar las botellas de amor?
Utiliza cualquier botella plástica (PET), limpia, que ya no tenga uso en tu hogar. Puede ser de detergente, soda, aceite, producto de higiene personal u otra. Introduce en ellas los empaques de otros productos (limpios y secos) como los de arroz, azúcar, café, plásticos que cubren cajas, pequeñas bolsitas, etiquetas rotuladoras de otros recipientes (como los de las sodas), golosinas, pasta, etc y compáctalos dentro de la botella de amor. Cuando esté lista, puedes llevarla al centro de acopio.
¿Qué hacen con la botella de amor?
Las botellas tienen varios usos. En las plantas procesadoras, se rompen para sacarles el material que está adentro. Las botellas de PET se comercializan y los materiales flexibles que estaban adentro se transforman industrialmente y convierten en madera plástica que será utilizada en la construcción de viviendas, parques, o mobiliario escolar de poblaciones de escasos recursos.