Investigación y redacción: equipo Alpha
A las 10 y 44 minutos de la mañana de aquel 31 de julio de 1981, la avioneta presidencial FAP-205 despega de la base aérea de Río Hato, llevando consigo al general Omar Torrijos Herrera y a su comitiva. Haría una breve escala en Penonomé para luego dirigirse al poblado de Coclesito. De acuerdo con el informe oficial vigente, el corto viaje, sencillo para la navegación, se complicó por el mal tiempo, ocasionando que la aeronave se estrellara en las faldas del cerro Marta.
No hubo sobrevivientes. Dos días después, los equipos de búsqueda confirmaron el siniestro y la muerte del líder panameño admirado por su pueblo y su cuya influencia política había trascendido las fronteras.
Su pensamiento y verbo, sin lugar a dudas, se conectaron con las mayorías nacionales al igual que sus acciones lo proyectaron como un líder interesado en el bienestar colectivo. Como es natural, muchos le adversaban políticamente y, en otro plano, una parte de la población se mostraba escéptica ante su discurso populista.
El hecho es que el general Omar Torrijos Herrera supo ganarse la confianza de las
clasesbajas con obras que le beneficiaban directamente, proyectos que a todas luces estaban elaborados para mejorar sus condiciones de vida. Los más emblemáticos, por mencionar algunos, fueron la redistribución de las tierras en una época en la que los terratenientes tenían el control; la creación de escuelas, de fuentes de empleos, el desarrollo de un ambicioso programa de obras públicas y la consolidación de Panamá como un gran centro bancario internacional.
¿Líder revolucionario?
Fue un líder que obró a favor del país, impulsando grandes cambios que trascendieron las fronteras panameñas y cambiaron su historia.
Hoy se conmemoran 40 años de la muerte de Omar Efraín Torrijos Herrera, presidente y líder de la República de Panamá en calidad de jefe de Estado de 1968 hasta 1981, y la Constitución de 1972 le reconoce como «Líder Máximo de la Revolución Panameña».
Nacido en la ciudad de Santiago, capital de la provincia de Veraguas el 13 de febrero de 1929, fue un oficial del ejército panameño, quien, junto con Boris Martínez y José H. Ramos Bustamante, encabezó el golpe de Estado de 1968.
Torrijos Herrera estudió en la escuela Juan Demóstenes Arosemena y ganó una beca en una academia militar en San Salvador y completó su formación militar en la Escuela de las Américas, dirigida por Estados Unidos en la zona del Canal de Panamá. Al graduarse como teniente segundo, se unió a la Guardia Nacional de Panamá en 1952 y fue promovido a capitán en 1956.
Ascendió a teniente coronel en 1966 y en 1968 participó, junto con otros militares, en un golpe de Estado en contra del presidente electo, Arnulfo Arias Madrid. Asume la conducción política de Panamá en marzo de 1969.
Durante sus 13 años como presidente y como parte de su “Estrategia para el Desarrollo Nacional” (1970–1980) construyó escuelas y destinó recursos para la educación, salud y vivienda; creó asentamientos campesinos y juntas agrarias con la redistribución de tierras agrícolas y la creación de empleos; fortaleció los municipios y los gobiernos locales que ayudaron a la realización de pequeños proyectos. Durante la administración del general Omar Torrijos se puso en práctica una política económica liberal que convirtió a Panamá en un centro bancario internacional.
Durante su presidencia, promocionó y fortaleció el desarrollo sindical al aprobar el nuevo Código Laboral y la bonificación del Décimo Tercer Mes; además de instituirse una Asamblea Nacional de Representantes de Corregimiento, con representación de todas las comunidades y sectores de la sociedad panameña.
En materia de obras públicas, impulsa un ambicioso programa de infraestructura y modernización del país con la ejecución de un plan de desarrollo de la red vial y la construcción de la vía Panamericana en Darién, la autopista Arraiján–La Chorrera, además del desarrollo de hidroeléctricas con las represas de Bayano, Estrella y Los Valles, y Fortuna.
Impulsa los tratados por el Canal de Panamá con Estados Unidos, posteriormente conocidos como Torrijos-Carter, los cuales fueron firmados el 7 de septiembre de 1977, como su logro más importante porque permitió la consolidación del territorio y soberanía nacional; y a través de los cuales permiten la instalación de bases militares estadounidenses en el país y se establece a perpetuidad la neutralidad del Canal de Panamá y su defensa, estableciendo como fecha definitiva para la devolución del canal el 31 de diciembre de 1999.