Cuerpos se mueven al ritmo de intensas melodías, y que como si se tratara de hojas cayendo en una tarde de verano, danzan de forma artística. Cada persona interpreta los movimientos de la danza de una forma particular, y las descripciones varían según el sentimiento que se le imprima.
En el arte de expresarse a través del movimiento, son expertos en la Fundación Gramo Danse, que por quinto año consecutivo realizó el Festival de Coreografía Infantil y Juvenil BRÍO 2018, en el que buscan incentivar la composición coreográfica original y fortalecer las herramientas creativas en esta área.
“Por medio de la creación coreográfica, los niños y niñas pueden explorar la danza de manera diferente usando su imaginación, creatividad y liderazgo. Les mostramos que la danza y la cultura tiene varias facetas y que ellos tienen otra opción además de bailar”, explica Nereyda Rey, directora del festival.
Los jóvenes recibieron talleres de música para la danza, interpretación, creación con elementos aéreos, colaboración coreográfica y más.