De tez blanca adornada con pecas, cabello rizado rojizo y de frecuente sonrisa, irradia jovialidad impregnándole su estilo canalero a este cántico florentino del siglo XVI: la ópera.
Texto y fotos: Andreína Rodríguez González
Cuna de la murga, salsa, plena y hasta del jazz, así como los populares ritmos del reguetón y electrónica, Panamá también se convierte en lecho para el resurgimiento de clásicos como la ópera, gracias a jóvenes entusiastas como Susan Samudio.
A sus 33 años Samudio cosecha una prolífera carrera en el canto lírico. “No creo que seamos más de 15 los que nos dediquemos al canto profesional y unos 10 hemos logrado vivir de este arte”, comenta.
Encargada de la galería Weil Art a medio tiempo, disfruta de poder estar en contacto permanente con el mundo de la expresión artística, a la vez que le permite continuar incursionar en el mundo lírico a través de la Fundación Ópera Panamá.
Abriendo caminos
Al estar fuera de los estilos convencionales y populares del país, Samudio confesó haber sentido cuesta arriba el inicio su carrera. Sin embargo, su excepcionalidad contribuyó a que el género lograra calar en el público, tanto nacional como turístico.
“A excepción del Teatro Nacional, que fue hecho al estilo del teatro italiano, no tenemos teatros apropiados para cantar ópera, por eso aprovechamos espacios alternativos como el Teatro Balboa y el Ateneo de Ciudad del Saber”.
Gracias también a la Asociación Grupo Lírico, la soprano istmeña ha logrado continuar con su formación artística, organización que, actualmente, se mantiene forjando a una nueva generación de intérpretes panameños.
Proyección internacional
Finalista del Concurso Internacional de Canto Lírico Trujillo en Perú en 2014, el pasado 2017 Susan logró participar por primera vez en el concurso mundial de canto, Jakub Pustina International Vocal Competition, en República Checa y gracias a una audición en línea, Samudio pudo ser finalista entre las 30 mejores intérpretes del mundo y de las tres mejores latinoamericanas.
Por su notable desempeño, es invitada por el tenor panameño Juan Pomares, con quien logra debutar en escenario europeo al alzarse con un premio de la categoría concierto, en el cual le invitaban a una gira de un mes por Europa.
Entre sus presentaciones nacionales, se ha destacado en óperas como Leonora en Il Trovatore en 2013, Nedda en Pagliacci en 2015 y en Santuzza en Cavallería Rusticana en el 2016.
Sembrando cultura
Buscando contagiar a otros de su pasión, Susan Samudio también extiende sus conocimientos ofreciendo clases de canto y coaching de intérpretes de óperas. “Enseñando también se aprende”. Así explica que la ópera particularmente exige un nivel constante de estudio y capacitación física y que cualquier momento y oportunidad que se abre en el país es excelente para avanzar en su experiencia.
Desde la soprano greco-estadounidense María Callas hasta la rusa, Anna Netrebko, Susan Samudio se proyecta hacia los principales referentes internacionales del canto lírico. “No pienso esperar que la ópera venga al país, yo voy hacia ella”.
Comenzando el día con ejercicios cardio respiratorios y tonificación de los músculos del torso, la preparación vocal le lleva un mínimo de dos horas al día. Para ella no existen excusas para abrirse campo en una tierra joven y ajena a su arte, mientras se tenga la convicción de que “se es merecedor de lo que se trabaja”.