Ser testigos cada día de ver sonrisas en la cara de mil 600 niños, que hace tres años ni siquiera tenía el ánimo de levantarse para asistir a una escuela, es una satisfacción que experimentan muchos colaboradores del Banco de Alimentos Panamá.
Este inmenso grupo de chiquillos, son favorecidos por el programa “Desayunos felices del BAP”, que consiste en asegurarles el desayuno durante el periodo escolar.
Ahora, nuevos donantes como Gold Mills y La Doña, se han sumado a la iniciativa en la que también participa desde hace largo tiempo la Congregación Kol Shearith Israel (de Costa del Este). Todos juntos, trabajan por continuar con el proyecto que ha puesto en “0” el nivel de deserción escolar, que era tan elevado en distintas comunidades del país.
La necesidad de estos pequeños es tan grande, que sus padres los envían a la escuela para garantizarles ese primer plato de comida del día, y al mismo tiempo, están asegurándoles un mejor futuro a través de los estudios.