Texto y fotos: Andreína Rodríguez González
Ricardo Domínguez aclaró que la Junta Comunal prestó el espacio para la exposición del proyecto, siendo también un “oyente” que analizaría la propuesta e invitó a los vecinos a sumarse a una reunión el próximo 26 de junio donde se recabarán propuestas vecinales para los futuros proyectos previstos a desarrollarse en el corregimiento.
La propuesta de unificación de códigos de dos fincas en Obarrio, que son propiedad de Prima Development Corp, quedó para un segundo llamado a consulta en la que residentes y promotora acordaron especificar la magnitud del proyecto.
La obra constaría de una torre de apartamentos residenciales de 32 niveles, con desarrollo comercial en su planta baja y disposición de más de 400 puestos de estacionamientos.
Ubicados en la avenida Ricardo Arango, entre las calles 59 y 60, ambos terrenos se encuentran contiguos, pero con distinta nomenclatura. La primera, de 1,485 metros cuadrados, cuenta con uso de suelo MCU3 que le permite la construcción de actividad comercial de alto impacto mas no desarrollo residencial.
En cambio, la segunda finca de 1,350 metros cuadrados sí cuenta con el uso de suelo RM3MCU3 que le permite el desarrollo comercial y residencial de alta densidad.
Críticas
“Sabiendo que Obarrio no tiene infraestructura para esa densidad, la aprobación de su plan de ordenamiento en 2012 fue un plomo que nos metieron: No fuimos consultados y nos enteramos cuando ya fue publicado en gaceta oficial”, cuestionó María Eugenia Molina, arquitecta y vecina del área.
Al respecto, Sandra Acosta, arquitecta y vocera de la promotora, puso a la orden la certificación del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) que avalan la factibilidad del proyecto, a pesar de los señalamientos por saturación de los servicios básicos hechos por algunos de los presentes.
Peticiones vecinales
Reproduciendo fuertes ruidos de música de discotecas grabados desde la habitación de su bebé, Fernando Díaz, residente de calle 61, solicitó que entre los negocios que se permitan en el nuevo proyecto no contemplen más locales nocturnos.
Por su parte, Moisés Delgado, ejecutivo y residente de este perímetro objetó la cantidad de puestos de estacionamientos que propone la obra, señalando las dificultades de tránsito vehicular y la usurpación de aceras en el área.
Propuestas
Por su parte, Andrés Mendoza, del grupo vecinal de Obarrio, propuso a las voceras de la firma aguardar a la culminación del Plan de Ordenamiento Territorial Distrital para establecer la modificación de los códigos de forma más ordenada. Acosta aclaró que este estudio podría llevarse más de dos años antes de concluirse, por lo que haría inviable económicamente una espera prolongada.
Ricardo Domínguez, representante del corregimiento, también opinó sobre el proyecto, criticando los inconvenientes que traen a la convivencia de Bella Vista los locales nocturnos. “No queremos otro problema como el del Sortis”, señaló, consultando la posibilidad de someter el cambio a MCU1 para comercios pequeños.
Planificación Urbana intercede
Lourdes Aguilar, miembro de la Dirección de Planificación Urbana del Municipio de Panamá (DPU), explicó que la propuesta de Domínguez podría ser viable mas no factible en la reunión, dado que no corresponde a lo difundido públicamente.
Por su parte, Martha Afú, también representante de la compañía, explicó la imposibilidad de esta petición ya que tendrían que solicitar la modificación de uso de suelo de ambos lotes para lograr la densidad homogénea requerida.
El encuentro culminó con un compromiso suscrito por las partes en la que se retomará en una segunda reunión el diseño del proyecto y la elaboración de una nueva propuesta que adapte el desarrollo a las sugerencias vecinales.