Una gran mancha verde es orgullo para los residentes de Bella Vista. No es ironía, así se le conoce por cariño al parque Benito Juárez, el eje central del diseño del Nuevo Reparto El Carmen ejecutado en 1963, por los arquitectos Jorge Riba y Orlando Sousa, y que tomaría como referente al Central Park de New York.
El también conocido como parque de El Carmen es una extensión de 14 mil metros cuadrados con tres caras abiertas y visibles, lleno de palmas reales, árboles de roble, caoba, sauces, eucaliptos y otra decena de especies que adornan y refrescan el agradable microclima del lugar.
En sus bancas de hierro y madera descansan mayormente los vecinos cercanos de El Cangrejo, Vista Hermosa, Los Ángeles y El Carmen, siendo el punto de encuentro de chiquillos que juegan en el área infantil, personas mayores que conversan y comparten sus anécdotas juveniles, deportistas que entrenan en las canchas de tenis, y otros muchos que utilizan los gimnasios al aire libre, ubicados estratégicamente en zonas donde la temperatura se mantiene hasta 5 grados por debajo del resto de la ciudad. Hoy en pandemia no tanta gente acude, pero sí es una buena opción abierta para despejarse.
El parque Benito Juárez se ha mantenido en buen estado por décadas gracias al trabajo de vecinos que han reconocido el valor de este espacio público. Por ejemplo, familias como la recordada Pinilla, quienes consiguieron recolectar suficiente dinero, a través de ferias y rifas, para construir las canchas de tenis y la Casa Comunal, desde donde se administra y vigila las actividades del área con la presencia de la Asociación de Residentes de El Carmen, ARECAR.
Por su parte, la Junta Comunal de Bella Vista, también ha contribuido con la adecuación de los bancos, aceras, cableado eléctrico y colocación de rampas para personas con discapacidad. Además organizan constantemente conciertos y eventos culturales que dan brillo, alegría y sentido de pertenencia a los residentes.
Lo que la gente hace
En las décadas del 60 y 70 la juventud utilizaba las instalaciones para jugar fútbol americano y béisbol, también era el lugar de reunión para socializar entre muchachos, organizar fiestas y conquistar a las chicas. En algún momento se celebraron las misas católicas dominicales y hasta bodas.
Actualmente en la Casa Comunal se realizan reuniones de vecinos, en los espacios verdes se dan cita bandas y orquestas sinfónicas para realizar ensayos, comulgan los estudiantes de la Escuela Episcopal San Marcos, y en las tardes decenas de dueños de mascotas pasean y organizan fiestas de cumpleaños para los juguetones canes que luego corren con el hocico lleno de crema por las caminerías.
Y como indica la vecina y arquitecto Argelis Guadiano, “este espacio vegetal proporciona importantes beneficios para el medio ambiente, como la limpieza del aire, absorción de ruido y además brinda cobijo para aves y otros animales”, razones por las cuales proteger y embellecer el parque Benito Juárez.