Cuando la temperatura y la humedad alcanzan niveles altos, y se inicia el periodo de lluvias, se conjugan elementos que propician la proliferación de zancudos en el ambiente. Si a esto sumamos la falta de actividad en las calles, la situación pareciera empeorar y en este momento en particular, los mosquitos parecieran haber multiplicado su tamaño.
En casi todas las barriadas de Costa del Este, se han mantenido las fumigaciones pese a la cuarentena. Sin embargo, es necesario que cada vecino tome sus propias medidas, bien sea para detener la multiplicación de los criaderos como para atacar al zancudo ya adulto, que en el mejor de los casos provocará solo un piquete, pero siempre existirá el riesgo que se trate de la especie Aedes aegypti, con lo cual aumentan las probabilidades de contagio de enfermedades como el dengue, zika o chikungunya.
¿Qué sangre prefieren los mosquitos?
Algunos estudios sugieren que existe un componente genético basado en el olor corporal, que haría menos atractivas para los zancudos a ciertas personas. Es como si se tratara de un repelente emanado por el propio organismo. Según estas investigaciones, las parejas de gemelos idénticos son más propensas a recibir la picadura de mosquitos, así como las mujeres embarazadas y las personas de mayor masa corporal, osea los gorditos. El movimiento y el calor los atrae, así que hacer ejercicios es un factor de riesgo.
Algunas recomendaciones
Muchos repelentes comerciales de insectos contienen DEET, químico que debe utilizarse con precaución por sus efectos dañinos. Para evitar y prevenir se recomienda usar productos naturales como por ejemplo aceite de hoja de canela , extracto de líquido de vainilla mezclado con aceite de oliva, aceite de citronela, de eucalipto; y también el consumo de vitamina B1 (tiamina) puede ser eficaz al excretarse a través de la orina, la piel y el sudor.