El ácido fólico y el folato son ambos términos para un tipo de vitamina B, la vitamina B9.
El ácido fólico ayuda al organismo a crear células nuevas. Tiene distintos usos para mejorar el bienestar de las personas y es particularmente reconocido porque las mujeres embarazadas deberían consumirlo tres meses antes de buscar un embarazo y durante todo el proceso de gestación
para que el feto pueda prevenir defectos congénitos importantes en su cerebro y columna vertebral.
Muchos alimentos contienen ácido fólico, por ejemplo vegetales de hojas verdes, algunas frutas, guisantes secos, chícharos, nueces, panes enriquecidos, cereales y otros productos hechos con granos. Sin embargo, es posible tomarlo simplemente como un suplemento dietario en forma de cápsulas o pastillas.
El deterioro
Existen varios estudios que demuestran que las modificaciones nutricionales asociadas con los niveles de ácido fólico y de las vitaminas B12 y B6, pueden relacionarse con el deterioro cognitivo leve.
El Centro Nacional para la Biotecnología de Estados Unidos publicó una investigación que muestra que la presencia de ácido fólico en la dieta, podría ayudar a las personas que están desarrollando la enfermedad, debido a los efectos que tiene sobre la inflamación que se da en el cerebro de alguien con Alzheimer.
La salud del cerebro
Así como el ácido fólico es fundamental para el proceso gestacional en cuanto a la formación del sistema nervioso del bebé, este compuesto también puede prevenir problemas como la depresión y las formas de demencia como el Alzheimer, debido a que participa en la síntesis de dopamina y noradrenalina, según el portal Tuasaude.
La dopamina y noradrenalina son dos neurotransmisores que ayudan a mejorar la memoria, la concentración y la motivación.
La enfermedad de alzhéimer es un deterioro continuo en el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales, que afecta la capacidad de una persona para vivir de forma independiente, según la Clínica Mayo.
La Organización Mundial de la Salud define el alzhéimer como “un síndrome debido a una enfermedad del cerebro, generalmente de naturaleza crónica o progresiva, en la que hay déficits de múltiples funciones corticales superiores, que repercuten en la actividad cotidiana del enfermo”.
La organización apunta que en el mundo hay actualmente más de 55 millones de personas con demencia, de esas, el Alzheimer es la más prevalente: “Es la forma más común de este trastorno (demencia), que puede representar entre un 60 y un 70 por ciento de los casos”.
Fuente: https://www.semana.com/
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