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Gladys Ramos: “No importa el modernismo, amo a mi barrio y aquí me quedo”

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Foto: Mariana Cordero Alcalá

Nació en San francisco y es una de las fundadoras del barrio, tiene 80 años, un rostro que desborda amabilidad y una memoria digna de admirar; la señora Gladys Ramos vive en la calle Los Fundadores y es una de esas vecinas que atesoran en su corazón la historia de San Francisco.

Su padre oriundo de Chepo y su madre proveniente de San Carlos, se mudaron al corregimiento en el año 1928 junto a sus cuatro hijos, ocho años después nació la señora Gladys quien desde entonces ha mantenido un rol muy dinámico dentro de la comunidad, por lo que es muy común verla coordinando actividades, como unciones para los enfermos, en la iglesia San Francisco de la Caleta.

Su hogar es uno de los pocos sobrevivientes del boom inmobiliario, cuando sus progenitores decidieron mudarse aquí adquirieron la propiedad de mil metros cuadrados en sólo 100 dólares; es una casa de dos niveles, acogedora, llena de flores, plantas y amplios espacios que fueron reconstruidos hace 14 años luego de que un abrasador incendio convirtiera en polvo todos sus bienes.

“Recuerdo que hubo un cortocircuito en el techo, eran como las 3 de la tarde, había ido a almorzar con mis hermanos que venían de Penonomé, al regresar me senté en la cama y escuché una explosión, fui al balcón y un muchacho me gritaba “salga, que se le está quemando la casa”, alcancé a agarrar la cartera, salí a la acera del frente y vi cómo se me fue toda mi vida”, recuerda la señora Ramos.

Luego de la tempestad vino la calma, y sobretodo mucha ayuda; el padre Manuel Villareal junto a los arquitectos Gloria Grifo de Rodríguez y Félix Guardia pusieron manos a la obra para ayudar a la familia a replicar casi con exactitud la vivienda original.

Aunque ahora la morada de fachada rosa está rodeada de edificios, tráfico y comercios, nuestra vecina destacada afirma que esto no le quita la paz, “me encanta vivir aquí, me encanta mi barrio, me han ofrecido dinero por mi casa, ¡pero no cómo se le ocurre! Yo amo mi patio limoso –como cariñosamente le dice a su terraza- ahí hago tertulia con mis amigas, tocamos guitarra, me encanta ir a misa, hacer shopping, no me importa que hayan locales nuevos ni el modernismo, yo me quedo aquí”.