Reportajes Especiales

Fotos | Punta Paitilla exalta el arraigo y la sana convivencia

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Foto: Kisaí Mendoza Meléndez

Un barrio que sueña, una comunidad de profesionales y trabajadores que despiertan temprano y se esfuerzan por mantener lo positivo de su sector, así es Punta Paitilla, roca sólida bajo calles, clubes e imponentes edificios.

Diseñada en 1962, con un profundo respeto por la topografía, por el grupo de arquitectos e ingenieros Jorge Riba, Orlando Sousa, Norberto Navarro y Ernesto De La Guardia en lo que antes era una base militar estadounidense. Fue un área aislada, tranquila, de poca circulación de vehículos, con calles completamente residenciales de baja densidad y avenidas anchas donde se permitía la construcción de edificios de hasta 25 pisos de altura.

Este borde del Océano Pacífico fue escogido por la marca de hoteles Holiday Inn para instalar el edificio más alto y llamativo de la zona en 1975, el actual Plaza Paitilla Inn, que aún cuenta con hermosa vista panorámica hacia el Canal de Panamá. También es la sede del centro más exclusivo de la ciudad, el Club Unión.

Con los años, el escenario ha dejado de ser silencioso y señorial, pero si algo rescatan los vecinos como puntos a favor es la cercanía a todos los servicios como bancos, estación de correo, supermercados, farmacias, salones de belleza y la existencia del Parque Nacho Valdés, único con un rompeolas que permite disfrutar la belleza de los amaneceres y atardeceres de la ciudad.

Es también una fortuna para los residentes tener vías de entrada y salida hacia importantes zonas empresariales y comerciales en cuestión de minutos, sin mayores complicaciones ni atajos, pudiendo llegar por el oeste a la Avenida Balboa, las Cintas Costeras y la zona bancaria de Marbella donde también hay un gran número de cafés y restaurantes a la disposición; y por el este a Punta Pacífica que da acceso el hospital con el mismo nombre y el centro comercial más popular de Panamá, el Multiplaza Pacific Mall.

De los vecinos

La Asociación de Vecinos de Punta Paitilla, fundada en 1967, es la organización que vela por el cumplimiento de las normas de convivencia, y el respeto por parte de las autoridades y empresas constructoras a las zonificaciones asignadas desde la génesis de la barriada. Ellos han mantenido una intensa lucha por evitar la edificación de varias unidades de vivienda que afectarían notablemente la calidad de vida de los actuales pobladores.

El grupo del programa Vecinos Vigilantes también, desde su posición, ha conseguido que la Policía Nacional mejore y aumente la calidad de la supervisión en las calles, lo que ha permitido la disminución de delitos como asaltos a locales e intentos de secuestros.

De las preferencias religiosas y culturales de la comunidad se habla que un 60 por ciento de las aproximadamente 8 mil personas que viven en el sector, pertenecen al judaísmo, de ahí la justificación de dos grandes sinagogas israelitas dentro de sus fronteras.

Los residentes de décadas hablan de una nueva oleada de empresarios inversionistas que han decidido vivir en la zona, gente joven, profesionales, familias pequeñas que se mezclan con los abuelos y abuelas de siempre que pasean en el parque durante las tardes cuando el sol permite unas horas de refrescantes conversaciones.

Lo que hace falta

Con la llegada del desarrollo en Punta Paitilla surgieron nuevas necesidades, la primera es la de un sistema de transporte público interno que permita movilizar a los vecinos que no poseen automóvil o simplemente desean andar a pie.

La segunda es la creación de más áreas verdes y de entretenimiento, ya que un solo parque de 15 hectáreas y un mirador temático, inaugurado hace menos de dos años en el inicio de la Cinta Costera I, no son suficientes para cubrir los estándares internacionales establecidos por la Organización Mundial de la Salud de 10 metros cuadrados de área verde por persona.  Solo poseen un teatro, el Bambalinas, que presentan obras infantiles.

Le sigue la pronta solución al problema de abastecimiento de agua potable, según los residentes hay semanas donde el vital líquido solo llega por pocos días. Por otra parte los avances en el tema de aguas servidas han sido insuficientes aunque la Alcaldía, en el actual mandato de José Blandón, ha prometido mejoras en este sentido.

Por último solo queda mencionar que los vecinos de Punta Paitilla no tienen ni escuelas, ni centros de salud propios, teniendo siempre que acudir a los que están en las cercanías.