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¡Cuidado en el mar!

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Durante los últimos meses, muchos vecinos que han aprovechado el verano para visitar las playas, han reportado picaduras de medusas o carabelas portuguesas.

Foto: Cortesía

Se trata de animales marinos, de cuerpo gelatinoso, que resultan maravillosos a la vista, pero también intimidantes. Se desplazan suavemente y las hay de diferentes formas y colores, siendo las más comunes en Panamá, las de aspecto transparente, azules o moradas.

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A simple vista parecieran inofensivas, pero en sus tentáculos tienen cientos de aguijones microscópicos, que al entrar en contacto con la piel, se activan y disparan, inyectando una especie de veneno que aunque no es letal en pequeñas dosis, resulta molesto, irritante y doloroso.

Foto: Cortesía

Tras la picadura, se observa una gran mancha en la zona afectada, y aunque la medusa tiene aguijones en todo su cuerpo, son los tentáculos y la boca las zonas de más temer. Incluso, ya muertas en la playa, pueden causar daño varias semanas después, si se pisan o tocan.

Foto: Cortesía

Su veneno es citotóxico, lo cual quiere decir que afecta directamente a las células. Por lo general, la toxina adormece la zona afectada y en el caso de pequeñas presas, las paraliza, imposibilitando sus movimiento y hasta la respiración.

Foto: Cortesía

En humanos, puede provocar nauseas, mareos, dolor abdominal y daños relacionados con el sistema nervioso parasimpático. Afortunadamente en bajas dosis, como suele ocurrir con las picaduras en la playa, la sensación que provoca es molesta y picazón. Mientras mayor sea la exposición a la toxina (a la thalassina que es una de las varias que se activan) puede provocar hasta un paro cardíaco.

Foto: Cortesía

No existe antídoto para la picadura de una medusa. El daño suele ser localizado, y lo que acostumbra hacerse es tratar la zona afectada con alguna crema o loción, hasta que pase el dolor y ardor.

Se debe evitar el uso de alcohol, vinagre o cualquier otra sustancia irritante. Tampoco se recomienda cubrir la herida, en la gran mayoría de casos, ni frotarla. Si la picadura provoca una reacción alérgica, hay que acudir inmediatamente a un especialista.