Este 2 de noviembre celebramos a nuestros difuntos. Elevar una oración, encender una vela, visitar sus tumbas. Cualquier acción nos acerca a ellos, pero como escuchamos en una oportunidad, en palabras de Monseñor José Domingo Ulloa:
"A los católicos, la muerte no nos deja en el vacío de la nada, nos lleva a Dios y esto es lo que debemos celebrar. Cuando la muerte aparece a nuestro alrededor y nos arrebata a un ser querido, se produce un desgarre, un vacío inmenso y una tremenda soledad. Ella se convierte en nuestro peor enemigo y nos arrebata lo que más queremos que es la vida. Se presenta como victoriosa y con nuestros ojos materiales solo vemos eso. Pero en momentos como este, es cuando nos damos la mano y gritamos juntos que la muerte no tiene la última palabra. Ellos no están perdidos y mientras los recordemos, no morirán"
En Panamá, hoy muchas personas visitan los cementerios, y la Iglesia anima a los fieles a orar por el eterno descanso de quienes han muerto.
El Gobierno Nacional, en conjunto con la Conferencia Episcopal Panameña, el Comité Ecuménico de Panamá y el Comité Interreligioso de Panamá, ofrecerán un responsorio en memoria de las víctimas de la pandemia, en la Catedral Basílica Santa María La Antigua, a las 6:00 p.m.
Las oficinas públicas y municipales cerrarán a las 2:00 p.m., y la Bandera Nacional, ondeará a media asta todo el día. Hay ley seca.
Visitas a los cementerios
El Minsa dictaminó algunas reglas: