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Prevención de delitos sexuales comienza en el hogar

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Texto y fotos: Juvenal Cubillán

La explotación sexual y trata de blanca, delitos penados con cárcel en Panamá, ocurre cuando una o varias personas utilizan a un niño, niña o adolescente menor de 18 años, en actividades sexuales a cambio de un pago económico o el ofrecimiento de comprarle ropa, regalos, alimentos y drogas, entre otras dádivas.

La orientación de los niños y niñas es fundamental en la lucha contra los abusos sexuales.

Otras conductas vinculadas con este delito que involucran a menores de edad pueden ser el tener relaciones sexuales o realizar otros actos eróticos; tomarles fotos, vídeos o películas pornográficas eróticas o sexuales y distribuir dichos materiales; realizar espectáculos sexuales en clubes nocturnos, bares o fiestas privadas, así como traslados fuera o dentro del país con fines de explotación sexual.

Todas estas prácticas están incluidas en la agenda gubernamental con el fin de atacarlas y sancionar a los involucrados. En los últimos días, organismos como la Comisión Nacional para la Prevención de los Delitos de Explotación Sexual (CONAPREDES), el Órgano Judicial de Panamá, el Ministerio de Gobierno, la Policía Nacional, el Ministerio de Educación (MEDUCA) y la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNIAF), entre otras instituciones, han realizado actividades de impacto en la opinión pública para concienciar a la ciudadanía sobre la presencia de estas prácticas en la sociedad, promoviendo la denuncia y alertando sobre la responsabilidad de los padres en el cuidado de los menores.

Entre las actividades más representativas destacan la caminata en contra de la explotación sexual de menores y por la dignidad de la mujer y la Feria Mis Derechos, con la participación de más de mil estudiantes, en el marco del Dia Internacional Contra la Explotación Sexual y la Trata de Blancas.

La trata de personas suma cada día nuevas víctimas que sucumben por falta de información.

La prevención es la regla

La jornada de la feria sirvió para que cientos de niños, niñas y adolescentes que visitaron el Parque Porras recibieran información y orientación sobre sus derechos como seres humanos, relacionados con su protección y para aportarles herramientas que les permitan identificar situaciones donde su integridad como personas esté en riesgo, a manos de inescrupulosos, desconocidos y delincuencia organizada.

Las redes sociales

Las redes sociales son en la actualidad uno de los medios más utilizados para acosar, manipular y acceder sexualmente a niños, niñas y adolescentes. Estas jornadas de concienciación y educación complementan escenarios ideales para alertar a los menores sobre el peligro de chatear con desconocidos, orientándoles a no enviar fotos, dirección del domicilio, así como tampoco proporcionar información que permitan identificar al menor.

Valorar señales físicas y emocionales

Hay que recordar que los menores suelen mantener los actos sexuales en secreto y muchas veces los abusadores los manipulan y confunden, incluso los hacen sentir culpables.

Señales físicas, como irritación e inflamación en genitales, infecciones en vías urinarias, incapacidad de retener orina y heces, así como comportamiento y lenguaje abiertamente sexuales no comunes con la edad, suelen ser algunas manifestaciones de abuso a las que se agregan actitudes psicológicas no usuales como silencios, aislamientos, cambios repentinos en el apetito, pesadilla y dificultad para dormir.

Los padres son los primeros educadores

En el núcleo familiar debe desarrollarse la primera experiencia sobre derechos sexuales de los menores, por cuanto los padres son los llamados a orientar a sus hijos en torno a las diferencias entre una expresión de cariño y una expresión sexual; enseñarles a decir NO a alguien que intenta hacerle cosas que lo hagan sentirse extraño, aun cuando sea un familiar, amigo cercano o una persona mayor a quien deben tratar con respeto.

Es importante destacar que hay que observar a los hijos y si ellos cuentan algo fuera de lo normal, sencillamente creerles.