El auge económico que vive Panamá continúa a un ritmo exponencial, comparado con las demás países que componen la región. Inclusive, estos avances que han beneficiado el progreso industrial y empresarial del sector privado del país, parece también haber sobrepasado el propio ritmo del desarrollo de la infraestructura pública interna.
Un fenómeno que, aparentemente comienza a pasar factura a la inversión inmobiliaria, visto a través de la saturación y desgaste de los sistemas de servicios básicos, principalmente, los espacios públicos.
En imágenes, hacemos un resumen con algunas situaciones específicas en las que, tanto aceras como calles, padecen las consecuencias no solo de una falta de inversión, sino del mantenimiento y fiscalización adecuados para preservar su integridad, deuda pública que se ha mantenido rezagada desde hace décadas y que, en algunos casos, aún no logra alcanzar el nivel de crecimiento que vive su población.